El que algo quiere algo le cuesta. Muchos gallegos aspiran a convertirse en funcionarios a los que ven como trabajadores privilegiados que gozan de estabilidad laboral y buenos horarios, pero conseguir una plaza conlleva hincar los codos seis o siete horas al día durante uno o dos años. "Es como tener un trabajo", dice Eugenia Cuiñas, de la academia Cefiasa, en Ourense.

El factor suerte influye. Eso lo reconocen en las academias, pero también advierten que al examen hay que ir preparado. Lo de aprobar a la primera y sin estudiar "no existe", advierte Celeste García, de MasterD, en Vigo.

La recomendación de las academias es dedicar como mínimo un año a preparar el temario, aunque cuentan casi como una proeza casos de estudiantes que lo consiguieron en siete meses.

Es "clave" elegir la oposición adecuada. Así lo asegura Eugenia Cuiñas, que explica que es fundamental que cada persona opte por aquellas plazas que más se adapten a su perfil. Y ahí es fundamental la orientación y el asesoramiento que reciben en la academia. "No es la primera vez que alguien llega aquí con idea de presentarse a unas oposiciones y tras aconsejarlo termina optando a otras que se adaptaban mejor a su currículum", señala la directora de atención al cliente de Cefiasa en Ourense.

Y aunque los anuncios de nuevas plazas son a veces suficientes para animar a la gente a acudir a las academias a preparar unas oposiciones, la mayoría de la gente espera a que salga la convocatoria oficial. Félix Doce, de Academia Postal en Santiago, señala que a veces desde que se hace el anuncio hasta que se convocan pueden pasar "años".