El monte gallego sigue sufriendo las consecuencias de la actuación de los incendiarios, aunque los últimos focos detectados se han controlado. La Consellería do Medio Rural informó ayer de que el incendio de la localidad de Maside (Ourense) quedó extinguido ayer al mediodía, mientras que se da por controlado el registrado en el municipio pontevedrés de Lalín. El fuego forestal de Lalín, en la parroquia de Lebozán, que afectó 36 hectáreas según las últimas estimaciones, está estabilizado desde el jueves. En el dispositivo de extinción trabajaron cinco agentes, 23 brigadas, nueve motobombas, tres palas, 13 helicópteros y cinco aviones. En cuanto al incendio de Maside, que se inició también el jueves en la parroquia de Garabás, quedó extinguido ayer a las 14.07. La superficie afectada es de 41 hectáreas, de las que 36,2 son de arbolado y el resto de monte raso. En el dispositivo, participaron un técnico, ocho agentes, 28 brigadas, 13 motobombas, dos palas, 13 helicópteros y cuatro aviones.

Por otra parte, la Guardia Civil de Lugo tomó declaración en calidad de investigado a un vecino de Xermade (Lugo) y vinculado un servicio de extinción de incendios en A Coruña, como presunto autor del incendio forestal que ocurrió el pasado 27 de junio en la localidad.