El aumento en un 4% en el número de visitantes que recibe Galicia, con 1,7 millones de turistas en el primer semestre del año, ha venido acompañado de una subida moderada en los precios de los restaurantes en el arranque de la temporada alta y de una más intensa en la tarifas de los alojamientos, según se infiere de los resultados del índice de precios al consumo (IPC) relativo a julio conocido esta semana.

Con carácter general, la inflación se situó en Galicia el pasado julio en el 1,78% interanual, dos décimas por encima de la media del país, situada en un 1,58%. La comunidad gallega es, de hecho, la segunda autonomía en la que más aumentó la inflación. En el caso de los precios hosteleros, claves durante la campaña turística para competir con otros destinos y también para la rentabilidad de los negocios, la posición de la comunidad está alineada con el promedio español: el capítulo donde el Instituto Nacional de Estadística agrupa a hoteles, cafés y restaurantes se encareció un 2,4%.

Pero la letra pequeña del IPC muestra que el comportamiento de las actividades comprendidas ahí no ha sido homogéneo. Se atribuye a los establecimientos de restauración un incremento medio de los precios del 1,9% en relación a julio de 2016, superior a la media del país (1,6%) y la cuarta subida más pronunciada entre las 17 comunidades españolas. En casi toda España los incrementos se pueden considerar modestos: los más altos se producen en Baleares (2,4%) y en el País Vasco y Cataluña con un 2%, las tres únicas autonomías con mejor evolución que Galicia. El aumento más contenido, por el contrario se dio en Castilla-La Mancha, zona de bajo perfil turístico, con apenas un 0,7% de variación en las tarifas de sus negocios de restauración.

El resultado gallego prolonga la tendencia de los últimos años, cuando en un contexto de baja inflación y de devaluación salarial, los aumentos en los precios de los restaurantes en no pasaron del 1,5%. Antes de la crisis, las variaciones observadas por el INE fueron del 5,9% en 2007 y del 5,2% en 2008.

Las mismas fuentes estadísticas sugieren que los precios de los alojamientos tienen este año un comportamiento más expansivo. Los datos de IPC señalan que hospedarse en Galicia resultó en julio de media un 3,3% más caro que en un año antes, casi el doble que lo que se incrementaron los precios de los negocios de hostelería. Esa variación se queda, sin embargo, por debajo de la media nacional (6,4%) y es la tercera más baja de España, solo por delante de Navarra y Castilla-La Mancha, con aumentos del 0,7% y del 2,6% respectivamente en las tarifas hoteleras. El pasado junio, el índice de precios hoteleros que también elabora el INE asignó a Galicia una subida del 5,2%.