Tráfico anuncia cada campaña de vigilancia que pone en marcha. Pero los avisos no bastan para disuadir a los infractores al volante. El último dispositivo se activó durante el puente del día 15, el fin de semana más conflictivo del año ya que coinciden en carretera quienes regresan de sus vacaciones con los que las comienzan o se desplazan a alguna de las más de cien localidades en fiestas. Desde el viernes hasta el martes, la Agrupación de la Guardia Civil de Tráfico en Galicia interceptó a un total de 296 conductores bajo los efectos del alcohol o las drogas. O lo que es lo mismo, cada día fueron sorprendidos en las carreteras gallegas una media de 60 automovilistas con una copa de más o tras haber consumido alguna sustancia psicotrópica.

Durante el puente festivo del día 15 de agosto, las patrullas de Tráfico realizaron un total de 14.505 pruebas de alcohol en Galicia, en las que un total de 238 conductores dieron positivo. A 35 de ellos, se le instruyeron diligencias por delitos contra la seguridad vial. De los 112 narcotest practicados, 58 resultaron positivos en diversas sustancias.

Mil km con rueda de repuesto

Entre los infractores interceptados destaca el conductor de un turismo que realizaba el trayecto Girona-Ourense. El viaje lo hizo utilizando una rueda de repuesto, conocida como galleta, que está diseñada para utilizar como emergencia en el desplazamiento desde el punto del pinchazo hasta el tallar y la velocidad que se aconseja con este tipo d neumático es de 80 km/h como máximo. Además de hacer ese recorrido de mil kilómetros con la rueda de repuesto, el conductor dio positivo en alcohol y cocaína.

Desde la Guardia Civil de Tráfico destacan la "efectividad" de estos controles ya que "permiten retirar momentáneamente de la circulación a los conductores que dan positivo y que generan un riesgo muy elevado de sufrir accidente y poner en peligro al resto de usuarios".