La necesidad de "recomponer" el PSdeG, la importancia de "integrar a todas las sensibilidades" que coexisten en el partido y la urgencia de dotar a la formación de "un liderazgo social" figuran entre los motivos que han llevado a Xoaquín Fernández Leiceaga a dar el paso de presentarse a las primarias para convertirse en el octavo secretario xeral de los socialistas gallegos.

En su ánimo está diseñar "un PSOE fuerte en Galicia" para "construir una alternativa de gobierno viable al PP", algo que solo será posible con "unidad" y "estabilidad" en sus filas, según apunta en una entrevista a Europa Press.

"Esa idea de integrar las distintas sensibilidades del partido a mí me gusta mucho. Y el tiempo del conflicto cainita interno ya acabó", sentencia el portavoz parlamentario del PSdeG, convencido de que, ahora que "el partido en Madrid definió un rumbo y una posición" de la mano de Pedro Sánchez, "todos" deben "construir a partir de ahí". Mientras esgrime la "unidad" que se ha logrado entre los 14 diputados que conforman el grupo parlamentario, avanza que "no tendría ningún problema en incorporar" a su proyecto "con alguna responsabilidad" a sus oponentes en las primarias.

Al vigués Gonzalo Caballero lo ha definido como "una persona conocida" en el PSdeG, pues ya concurrió a distintos procesos orgánicos (incluidas las primarias para ser candidato a la Xunta que ganó Leiceaga). "Un clásico en el partido", resumió, mientras al coruñés Juan Díaz Villoslada, a quien conoce "menos", lo califica como "un diputado muy razonable".

Con mayor o menor implicación, los tres precandidatos a las primarias están considerados afines a Pedro Sánchez, pese a lo cual existen diferencias entre ellos. "Yo creo que puedo aportar más cosas", argumenta Leiceaga, al tiempo que reivindica su mayor capacidad para "integrar a todas las sensibilidades" y para "aportar una dimensión de liderazgo social unido al orgánico".

"De lo que se trata es de construir una alternativa de gobierno viable al PP, y eso se gana en la sociedad. Ningún cargo orgánico puede tener fortaleza suficiente si no va acompañado de un reconocimiento social", razona. En esa línea de dar la batalla frente a los populares, ha reflexionado sobre el "desequilibrio excesivo" que supone que lleven 30 de los 36 años de autonomía gobernando Galicia. "Una parte es responsabilidad, sin duda, de la izquierda", asume, antes de poner el foco en las claves para poder aspirar a disputar la hegemonía a un PP que está "muy fuerte" y que está aplicando "unas políticas muy lesivas para la ciudadanía".