En el 30% de los accidentes de tráfico, la velocidad es determinante. Levantar el pie del acelerador evitaría en España cada año casi 400 muertos, unos 40 en las carreteras gallegas. Esto significa que si se respetasen los límites de velocidad, se evitaría uno de cada tres fallecidos en la red viaria de la comunidad.

Cada año, más de dos millones de conductores son interceptados en España a velocidades superiores a las permitidas. En ocasiones, pisar más de la cuenta el acelerador acaba en un simple susto. En otros, las consecuencias son letales. No solo para el conductor y ocupantes del vehículo que se ha saltado los límites, sino también para otros usuarios de la vía.

¿Razones por las que deben cumplirse los límites de velocidad? Un aumento del 5% en la velocidad provoca un incremento del 10% en los accidentes que causan traumatismos y del 20% en los siniestros con fallecidos. El riesgo de morir en un choque frontal a 64 km/h es del 19%, se eleva al 65% con el velocímetro a 80 km/h y a más de 95 km/h la probabilidad de un accidente mortal supera el 90%.

A 120 km/h se necesita una distancia superior a un campo de fútbol para detener el vehículo. A partir de 80 km/h es casi imposible que un peatón salve la vida en un atropello.