El verano se acaba el 11 de septiembre, al menos para los niños gallegos de Educación Infantil, Primaria y Especial, que son los más madrugadores a la hora de volver a las aulas, aunque cuatro días después les seguirá el resto. Algunos de ellos, unos 7.500, vivirán un arranque de curso diferente, porque no solo estrenarán libros, sino también compañeros de bus que no están matriculados. Por primera vez Galicia, aunque ya funciona en otras comunidades, utilizará el transporte escolar también para otros viajeros.

La convivencia de escolares y viajeros ajenos al sistema educativo, que forma parte del Plan de Transporte Público de la Xunta, no será generalizada, sino que afectará a cerca de 600 líneas, en torno a una de cada diez de las que mueven niños de colegios en la comunidad, señalan desde la Administración. Y el porcentaje de alumnos que verá cómo los asientos libres en su bus los ocupan vecinos de localidades de su ruta es aún menor, de alrededor del 8%, según datos de la Consellería de Infraestruturas, lo que se traduciría en más de 7.500 si se tiene en cuenta que Educación estima que la cifra de usuarios este curso del transporte escolar en la red pública podría ascender a 94.240.

Al margen de que se suban o no viajeros ajenos a los colegios, Infraestruturas garantiza que se "mantendrán intactas las paradas, los recorridos y los horarios del alumnado". Los niños "llegarán a su casa como llegaban", proclamó la responsable de Infraestruturas, Ethel Vázquez, tras una reunión con Educación para ultimar los detalles de un operativo "especial" para "garantizar el correcto funcionamiento" del sistema. Hay que tener en cuenta que el primer día del nuevo plan de transporte de la Xunta (las nuevas adjudicaciones y rutas), el 8 de agosto, hubo caos por la falta de información de horarios y rutas. Para asegurar el éxito, la Xunta reforzará la información a los centros educativos y ANPA, distribuirá instrucciones a los acompañantes, se reunirá con las empresas e intensificará las inspecciones. Además, los buses irán identificados.

Según la Xunta, así se permitirá a los vecinos del rural (Ourense y Lugo, sobre todo) ver "multiplicadas" sus posibilidades de desplazamiento al tiempo que se incluyen garantías "más elevadas" para los alumnos, que serán, defienden desde el Ejecutivo gallego, "lo primero", por lo que su atención queda "blindada".