Los helicópteros de Tráfico tendrán nuevos compañeros de vuelo. Por tierra y aire, las carreteras están cada vez más controladas por patrullas y motoristas de la Guardia Civil, coches camuflados, radares fijos y la sombra de Pegasus. Pero la DGT recurrirá a más sistemas de vigilancia desde el aire para frenar los accidentes en carretera y disuadir a los más infractores al volante. El nuevo plan del departamento dirigido por Gregorio Serrano pasa por el uso de medios de ala fija, como avionetas, y drones para controlar el tráfico y detectar excesos de velocidad o conductas de riesgo como adelantamientos indebidos, el uso del móvil o la no utilización del cinturón de seguridad. Además, se sustituirán parte de los actuales helicóptero por otros dotados de las últimas tecnologías.

Por el momento, Tráfico todavía no ha fijado la fecha en la que empezarán a funcionar los nuevos medios aéreos que, asegura, supondrán "importantes mejoras en la seguridad vial" y permitirán "la racionalización del gasto", ya que se utilizará cada dispositivo de control según el tipo de operación a realizar.

Durante esta semana se practicaron en Canarias vuelos de prueba con una avioneta MRI. Se trata de una aeronave que le habilitan como una opción de vigilancia de tránsito aéreo "potencialmente efectiva" ya que dispone de un rango de velocidades de operación compatibles con las velocidades de tráfico, autonomía y alcance elevado y posibilidad de embarque de sistemas de captación de imágenes".

Prueba piloto

El director de la DGT estuvo ayer en Las Palmas supervisando los vuelos de vigilancia con estas avionetas. Este fue el escenario elegido para las pruebas porque el Archipiélago no cuenta con patrulla de helicópteros ni medios aéreos para el control de sus carreteras, "algo esencial actualmente para prevenir accidentes", según apuntan desde el departamento que dirige Serrano

Durante esta semana, Tráfico ha realizado pruebas piloto para determinar de manera real y concreta la potencialidad y aplicabilidad real de los nuevos sistemas aéreos disponibles para ampliar la actual cobertura de vigilancia área del tráfico y detectar las infracciones. "Lo que se pretende es ser más eficaces en la regulación y control de tráfico, que supondrá importantes mejoras en la seguridad vial y en la racionalización del gasto ya que se utilizará cada medio aéreo según el tipo de operación que se trate", apuntó el director de Tráfico en la visita a Las Palmas.

Los drones que se plantea utilizar la DGT pueden alcanzar una velocidad máxima de 100 km/h y a 4.000 metros de altura, despegar y aterrizar desde cualquier sitio y contar con una autonomía de 8 horas. Estas aeronaves no tripuladas deberán pesar poco para poder contar con varios sensores, una radar y hasta un sistema de megafonía. Teniendo en cuenta estas características, su radio de acción sería de unos 80 kilómetros.

El plan estratégico de medios aéreos de Tráfico también incluye la sustitución de parte de los actuales helicópteros, que están próximos a finalizar su ciclo operativo, por otros dotados de las últimas tecnologías, así como la incorporación de avionetas y drones que operarán como medios materiales externalizados. Desde mayo de 2014, Galicia cuenta con un Pegasus, los helicópteros de la DGT provistos de radar y que centran su vigilancia en carreteras secundarias, en las que la peligrosidad y el riesgo de accidente es más elevado. En la comunidad gallega, es vías concentran más del 90% de los accidentes mortales ocurridos en toda su red viaria. Desde estos helicópteros se pueden vigilar vehículos a un kilómetro de distancia y hasta 300 metros de altura. Están provistos de dos cámaras, una que lee la matrícula de vehículo y la otra que sigue a los coches y revela la velocidad a la que circulan. Al tener una visión global, les resulta más fácil identificar conductas temerarias al volante.

La presencia drones y avionetas sobre el asfalto, como Pegasus, tendrán un efecto disuasorio. La reacción de los conductores cuando detectan el helicóptero de la DGT es la misma que cuando ven en carretera una patrulla de la Guardia Civil, una moto o un radar. Moderación de la velocidad.