Xoaquín Fernández Leiceaga ganaba en mayo del año pasado por 11 puntos y 746 votos a José Luis Méndez Romeu las últimas primarias que celebró el PSdeG. Conseguía así ser proclamado candidato a la presidencia de la Xunta. Espera reeditar esa victoria, en la que sumó 3.662 votos, y no repetir el fracaso de casi hace un año, cuando Luís Villares, de En Marea, superaba en votos su candidatura en las elecciones autonómicas, aunque empataba en escaños. Leiceaga, que se ha distanciado de la gestora del PSdeG y de Pedro Sánchez, juega la baza de la continuidad. Defiende que el partido no puede cambiar de líder como de chaqueta. Este profesor de Economía Aplicada de la Universidade de Santiago y experto en financiación autonómica pide tiempo para consolidarse y exhibe como aval una oposición seria y rigurosa para erigirse en alternativa al PSdeG. Juega a su favor que como portavoz parlamentario es, de los tres aspirantes, el más conocido. Optó a ser candidato a la Xunta porque tenía un proyecto para el PSOE, y no ceja en su empeño, pese a que perder parte de los apoyos con que contó en aquella batalla, y que en el camino se enfrentó a Abel Caballero y Pachi Vázquez con el cambiazo de las candidaturas de Pontevedra y Ourense.