Esclarecer un incendio no es fácil porque el autor deja poco de él en la escena del crimen. Pero a veces, la pericia policial, salpicada de buena suerte, logra frenar a los pirómanos, como estos dos últimos veranos consiguió la Guardia Civil de Ordes al detener a dos personas que habían provocado 15 y 28 fuegos, respectivamente.

Dos arrestos in fraganti -el mismo día del mismo mes de dos años seguidos- que evitaron más acciones de estos dos pirómanos, para los que el juez decretó el ingreso en prisión.

Los agentes del puesto de Ordes se congratulan, de la resolución de los dos casos, protagonizados por dos personas -una mujer de 56 años y un hombre de 53- presumiblemente con trastornos psicológicos, que es lo que diferencia a los pirómanos de los incendiarios. Con la ayuda del Seprona de A Coruña, los guardias de Ordes detuvieron el 12 de agosto del año pasado a una mujer supuesta autora de 15 incendios en Cerceda, provocados con velas. Justo un año después, esos mismos agentes, que ya habían creado una pequeña unidad para luchar contra los incendios en la zona, detuvieron a un hombre que desde abril había provocado 28 fuegos, nueve de ellos con grave riesgo para las personas y los bienes por la cercanía a lugares poblados.