El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, es partidario de endurecer todavía más las penas a los incendiarios en el Código Penal. Así, advirtió de la gravedad de este tipo de conductas que pueden provocar "la pérdida de vidas humanas" e instó a "asimilar" el delito de prender fuego al monte con el de "un atentado terrorista". La pena máxima por un delito de terrorismo, en el caso de que haya provocado alguna muerte, es la prisión permanente revisable.

El Código Penal se reformó ya en 2015 para endurecer el castigo a los autores de incendios forestales. Quienes provoquen un fuego serán castigados con una pena de prisión de tres a seis años y una multa de 18 a 24 meses. Si hubieran puesto en peligro la vida o la integridad física de las personas, el castigo que se impondrá podrá variar entre los diez y los veinte años de prisión.

Y además a petición de la Xunta se incluyó en el Código Penal la responsabilidad civil de los incendiarios, de manera que deberán asumir los daños y los gastos ocasionados por los incendios que habían provocado.

Pero para Feijóo no es suficiente. "Hay incendiarios reincidentes en cuyas localidades deja de haber incendios cuando entran en la cárcel", razonó. Y además, el titular de la Xunta alertó de que los fuegos pueden provocar "la pérdida de vidas humanas". Así, señaló, por ejemplo, algunos incendios que se prenden cerca de aldeas en las que "vive gente mayor y que tiene dificultades para comunicarse con el exterior". Por esta razón, abogó por abrir "una reflexión" e ir un paso más allá.

"No pasaría nada por adecuar o asimilar en el Código Penal los delitos de los incendiariois con los de terrorismo", señaló el jefe del Ejecutivo gallego, que en la jornada de ayer celebró su primer Consello de la Xunta después del parón estival con motivo de las vacaciones de verano.

En un delito de terrorismo la pena máxima, cuando se ha producido la muerte de alguna persona, es la prisión permanente revisable. Las lesiones, mutilaciones o secuestros están castigados con penas de cárcel que oscilan entre 15 y 20 años.

Esta misma semana la Guardia Civil detuvo a un vecino de Agolada, de 40 años, como presunto autor de 16 fuegos forestales en montes del Deza y del concello coruñés de Santiso. Este hombre ya había estado en prisión tras ser detenido en 2015 por prender 180 fuegos y, sin embargo, ahora esta ya en libertad. El dispositivo sorprendió al sospechoso justo después de haber prendido fuego en dos puntos de un monte de Agolada al que, como siempre, había llegado conduciendo su vehículo, provocando así otros dos fuegos.

La Policía autonómica informó ayer además del esclarecimiento de un incendio forestal registrado el pasado 1 de septiembre en Guitiriz (Lugo), que fue provocado por una negligencia en una quema agrícola. En lo que va de año, los agentes han investigado a 84 personas por delitos relacionados con incendios en los montes gallegos.