La falta de ordenación y de gestión de los montes gallegos ha sido uno de los principales caballos de batalla de la Administración autonómica. Una de las principales trabas es el elevado minifundismo que existe en la propiedad forestal y por esa razón se han impulsado las agrupaciones de propietarios como las Sofor. Los titulares de fincas forestales ceden su gestión a estas sociedades de responsabilidad civil limitada para sacar un mayor provecho del monte.

Galicia ya cuenta con cinco sociedades de fomento forestal (Sofor), inscritas con carácter definitivo en el registro oficial, que suman cerca de 1.000 hectáreas de terreno y agrupan a un total de 217 propietarios.

Así lo comunicó ayer la conselleira de Medio Rural, Ángeles Vázquez, tras visitar la última Sofor constituida en Galicia, que es la de Santa Juliana, en el municipio de A Fonsagrada.

Además de esta sociedad, ya funcionan en Galicia otras sociedades en Serra de Outes, A Estrada y dos en Silleda, y están inscritas con carácter provisional otras dos Sofor en Lalín y O Irixo, que suman entre ambas 300 hectáreas más en manos de 17 propietarios.