El nuevo sistema de autobús compartido, que permite el uso al conjunto de la ciudadanía de las plazas que estén vacías, afectará a 513 líneas de transporte escolar, aproximadamente el 10%.

Los vehículos deberán tener un distintivo de Bus compartido en un lugar visible y viajará a bordo un monitor acompañante.

En las funciones fijadas para los acompañantes se recoge que deberán acomodar a los escolares en la medida de las posibilidades de forma conjunta, agrupados por tramos de edades, así como asegurarse de que son recogidos por sus padres o personas autorizadas. Los 382 acompañantes, además, tienen potestad para impedir el acceso al bus de "cualquier viajero que pueda ser un peligro o riesgo para los menores", según fija la Xunta.