Además de mochila, libros, cuadernos y otro material escolar, un total de 10.200 alumnos de toda la comunidad, pero sobre todo de Ourense, estrenaron también compañeros de viaje en la ruta que cada día los lleva y los trae del colegio. Al menos eso era lo que iba a ocurrir, en teoría, ayer, al mismo tiempo que las aulas recibían a los escolares de Infantil, Primaria y Educación Especial. Sin embargo, la estampa mayoritaria en las comarcas afectadas fue la de niños que no tuvieron que competir con ningún adulto por su asiento. Apenas algunos pasajeros aislados se atrevieron a probar la iniciativa, aunque no por falta de ganas, sino de conocimiento, como comentaron a este diario vecinos y conductores de autobús.

Ermitas Otero fue una de las pocas usuarias que dieron la bienvenida a la iniciativa y destacaban la buena convivencia entre escolares y adultos en estas líneas. Claro que en su caso se confirma lo que repitió estos días la Xunta para tranquilizar a los progenitores: los niños viajarán con vecinos y conocidos.

Y tanto, porque Ermitas pudo compartir autobús con su nieto, solo que ella desembolsó 1,40 euros y el pequeño viajó gratis. Más complicado lo tienen los conductores del autobús, que ahora tienen que lidiar con un sistema que implica sacar un ticket por usuario, tanto adulto como niño, lo que al principio alarga un poco más la ruta. En algunos casos se nota también que las rutas fijadas por la Xunta modifican las que existían antes. Los nuevos recorridos se estiran para abarcar más e incluyen paradas nuevas y, por consiguiente, desvíos que no solían producirse.

En el epicentro del transporte compartido está Ourense, donde, según los datos facilitados por la Xunta, un 43% de los niños que van al cole en autobús -más de 4.300- harán un hueco a los adultos. Sin embargo, el primer día no se rifaron las plazas. De hecho, en el Concello de Coles, vecino de la capital de la provincia, el autobús llegaba al colegio como lo habría hecho un año atrás: los únicos pasajeros fueron estudiantes. Lo mismo, con sus respectivas variantes, se repitió en cuatro líneas que dan servicio hasta el CEIP de Cambeo, y al parecer, según trasladaron desde distintas adjudicatarias, la escena se repitió en toda la provincia porque "no ha dado tiempo" a que la gente tenga en cuenta esta alternativa que les ha puesto la Consellería de Infraestruturas sobre la mesa. "Los primeros días son para posicionarse, todavía no se ha dado publicidad a los horarios", explican empleados de algunas empresas de transporte de este tipo de líneas.

En todo caso, algún padre de la zona cuestionó la iniciativa. Por un lado, que si los adultos van a acaparar la atención del acompañante y los niños pasarán a segundo plano. Por otra parte, otro hubo quienes hacían suyo el sentir expresado por algunos colectivos de progenitores sobre la posible incomodidad para sus hijos de "viajar con extraños".

En casi todas las comarcas en las que se estrenó este plan de transporte compartido echaron de menos información. La que hubo, señalan equipos directivos, chóferes y ciudadanos, fue escasa y tardía, lo que al final explica por qué todas las líneas que podían llevar adultos en el trayecto al final trasladaron solamente niños, como siempre. En algunas rutas incluso cuidadoras que acompañan a los pequeños desconocían que compartirían autocar. Sin embargo, los conductores lo vieron natural: los vecinos no conocen todavía rutas ni horarios.

Otras disfunciones, como que el bus viajase sin el distintivo que lo identifica como disponible para escolares y otros viajeros, falta de medios para cobrar señalada en algunos casos por los chóferes, retrasos en las rutas o que algunos directores de centro lamentasen el haber sido informados tarde completan el panorama de una jornada de estreno de la que, no obstante, la Xunta destacó un final feliz. Al menos sobre lo que se había propuesto.

Porque, como explicaron desde la Consellería de Infraestruturas, ayer lo "prioritario" para ese departamento (y así se les trasladó a las adjudicatarias en el contrato) es que los niños llegaran a su destino, ya que prestaron el servicio por primera vez nuevas empresas y conductores, y en ese sentido destacan la "normalidad". En ese aspecto, señalan, "funcionó bien". ¿Que se conoce poco? "Poco a poco se conocerá más", alegan, porque queda mucho tiempo por delante para utilizarlas y recuerdan que la difusión de horarios y paradas les corresponde a las empresas.