Mañana arranca en 121 ayuntamientos gallegos el nuevo sistema de rutas de buses escolares compartidas en 513 líneas -en las que irán 10.199 menores-, aunque las empresas de transporte prevén escasos viajeros regulares en los primeros días por la "imposibilidad" de publicitar los horarios en tiempo.

El presidente de la federación de transporte Transgacar, Carlos García Cumplido, reconoció que las empresas "están realizando esta semana el trabajo de campo que no se había hecho" para "adaptar a la realidad" los horarios y las paradas.

García Cumplido recordó que el modelo compartido adoptado por la Consellería de Infraestruturas -que afecta principalmente a la provincia de Ourense- fue "cuestionado" por las federaciones de transporte, y ahora las empresas deben afrontar un "esfuerzo titánico" para "reformular en tres días" las "deficiencias en la planificación" de las que responsabiliza al Gobierno gallego.

Por eso auguró que en el arranque del transporte compartido "irán exclusivamente alumnos", dado que los vecinos "no van a conocer los nuevos horarios porque es imposible publicitarlos".

"Esta semana han pedido a las empresas que se adapte lo que estaba en el plan a las necesidades que diga cada uno de los centros, y esto es lo que se está haciendo", explicó, por lo que algunos horarios no estarán listos "hasta el propio lunes" con la prioridad de recoger a los escolares.

El responsable de Transgacar indicó que las empresas "están llamando a los centros educativos y chequeando todas las paradas" para hacer el mejor funcionamiento, pero auguró que "problemas va a haber, lógicamente".

Incidencias en 48 horas

En el protocolo previsto por la Xunta se prevé resolver incidencias en un plazo de 48 horas. Es el tiempo máximo que se espera pase entre que la dirección del centro dé aviso a Educación para su posterior traslado a la empresa con el fin de solventar los problemas.

También se quejó el responsable de Transgacar de que "la Xunta no ha sido capaz, a pesar de lo que se ha avanzado en informática", de que "cuando empiecen los cursos haya un listado de alumnos a transportar con sus paradas". A este respecto, explicó que antes se cambiaban las rutas para amoldarse a los niños, pero "ahora los cambios afectan a otra gente" y "complican el sistema".

"No se pueden hacer las cosas a correr", criticó, porque "ahora hay que reajustar las rutas y los horarios" para "lo que hay modificar los contratos".

Por su parte, el presidente de la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp), Alfredo García, cree que con la puesta en marcha de este modelo "no debería haber grandes problemas", pero pidió "esperar a que empiece para ver cómo funciona".

Alfredo García espera que "pueda funcionar bien", pero los ayuntamientos estarán "atentos a ver qué fallos hay", ya que se trata de "una modificación muy grande". También advirtió de que en la primera fase del transporte regular en agosto "hubo problemas", y si bien "muchos se han arreglado" aún hay cuestiones por "corregir".

El vicepresidente de Confapa, José Antonio Álvarez, y el vicepresidente de Anpas Galeas, Fernando Lacaci, se mostraron "expectantes" sobre cómo funcionará este modelo, a la espera de que se ejecute lo mejor posible, más allá de "pequeñas dudas" los "primeros días". La Xunta tendrá en cuenta los "certificados de buena ejecución" por parte de las empresas para la licitación todo el transporte público definitivo que tendrá lugar en 2019.

A preguntas sobre estos certificados de buen funcionamiento, Carlos García Cumplido apuntó que "la experiencia y el buen hacer hace mucho tiempo que los tribunales dijeron que no eran susceptibles de ser valorados para los concursos", aunque entiende que "si una empresa no cumple su contrato se le rescinda".