Galicia registró este verano un 27% menos de lluvia con 92 litros por metro cuadrado y un grado más de temperatura con 19,4 grados de media, según el balance presentado ayer en la sede de MeteoGalicia. Las cantidades más altas se obtuvieron en las comarcas de Ortegal y A Mariña lucense -sobre todo Burela- con 211 litros por metro cuadrado, mientras que las más bajas se contabilizaron en las áreas de O Morrazo, Arousa y Verín, donde apenas se recogieron 40 litros.

En cuanto a las temperaturas, la temporada estival comenzó con un mes de junio de valores elevados que dio paso a un julio de "cambios bruscos" y a un agosto "variable". La ausencia de aire cálido del norte de África provocó "un gran contraste" entre zonas más cálidas de lo normal -sobre todo la comarca de O Carballiño- y otras con temperaturas bajas para el verano, como las áreas de Bergantiños o A Costa da Morte. En los días 17 y 19 de junio en algunos puntos de la geografía gallega se alcanzaron los 20 grados, el "límite" para considerar temperaturas "tropicales". En julio y agosto, el mercurio rondó los 20,3 grados, lo que supone 0,6 y 0,4 grados por encima de los valores de esos dos meses, respectivamente, con precipitaciones también por debajo de la media para ese periodo. "Fue un verano muy cambiante, seco y muy cálido", resumió la directora xeral de Calidade Ambiental, Cruz Ferreira, acerca de estos valores.