Enero de 2018. Esa es la fecha en la que según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) Galicia puede poner fin a la sequía, eso sí, siempre que en lo que queda de año las precipitaciones se sitúen en valores normales. La comunidad arrastra este año hidrológico, que comenzó en octubre de 2016, un déficit de precipitaciones del 37%, un porcentaje superior al 12% de la media española, ya que la sequía se ha cebado este año sobre todo con el nordeste peninsular. ¿Y por qué la lluvia que se recoja en los próximos meses es clave para dar la vuelta a la situación? Porque las lluvias otoñales aportan precisamente el 37% de las precipitaciones anuales, justo lo que necesita remontar Galicia para "poner el contador a cero".

El delegado de la Aemet en Galicia, Francisco Infante, señala que lo habitual a estas alturas del ejercicio es que hubiesen caído 1.327 litros por metro cuadrado, pero en la comunidad gallega se registraron unos 842, el 65% de la cantidad de agua que le correspondería en este periodo. De todas formas, no se trata de la sequía más larga por el momento porque en la de 2012 -recuerda Infante- las precipitaciones estuvieron por debajo de la media 14 meses.

De cara al otoño, aunque la Aemet pronostica que todavía se mantendrá la escasez de lluvias en el mes de octubre, no ocurrirá lo mismo en noviembre y diciembre, meses en los que calculan que lloverá "algo más de lo normal". En cuanto a las temperaturas, la nueva estación que empieza mañana será algo más cálida de lo normal. En concreto, si la media en esta época es de 15,9 grados se espera que en el próximo trimestre la anomalía térmica oscile medio grado o incluso aumente uno.

El verano se despide hoy con lluvia porque la borrasca que ya entró en la comunidad ayer de noche dejará por la mañana chubascos que atravesarán Galicia de oeste a este, al mismo tiempo que bajarán las temperaturas. Aunque el viernes y el sábado la situación vuelve a ser anticlónica el domingo entrará otro frente, en esta ocasión "muy débil", que además de nubosidad puede provocar que caiga alguna llovizna en el oeste de la comunidad. Estas lluvias contribuirán a que en septiembre se puedan recoger más de 70 litros por metro cuadrado, la media para este mes que la Oficina da Seca tomó como referencia para decidir en una semana si eleva o no en la comunidad gallega el nivel de prealerta por sequía -situación en la que lleva desde enero- a alerta.

La Xunta ya alertó esta semana de que el cambio climático es el responsable de que cada vez en Galicia llueva con menos frecuencia, y de hecho, pronostica que a partir de ahora la tendencia serán precipitaciones más espaciadas en el tiempo pero "casi torrenciales". En este sentido, Infante aclara que las sequías "importantes y prolongadas" en el tiempo también pueden asociarse al cambio climático, aunque -matiza- por ahora no se ha realizado ningún estudio "concluyente" que lo confirme.