Frente al turismo de masas, de chiringuitos y de playa, buen trato y tranquilidad. Estas dos virtudes del turismo gallego son las que explican, según el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que la comunidad recibiese 3,6 millones de visitantes hasta el pasado mes de agosto, o lo que es lo mismo, la mayor cifra en los primeros ocho meses de un año y el quinto récord consecutivo anual.

De la mano de este incremento de turistas también se ha producido un crecimiento de la cifra de pernoctaciones y del tiempo medio de estancia, algo que el sector agradece porque son euros que entran en sus bolsillos.

Hasta agosto, los establecimientos reglados de Galicia (hoteles, pensiones, apartamentos turísticos, campings y casas de turismo rural) aumentaron las pernoctaciones un 5,1%, por encima del promedio estatal, hasta las 7,6 millones, su máximo histórico también. La estadía media también se incrementó, un 2,7%, mientras bajó en el resto de España.

Nacionales y extranjeros

El buen comportamiento del turismo en Galicia se dio tanto entre los visitantes procedentes de otras comunidades como los que llegaron desde el extranjero. Los primeros crecieron un 1,7% y los segundos, un 4,2%.

Todos estos buenos datos llevaron al sector a obtener registros récords de visitantes, pernoctaciones y gasto medio por estancia.

Solo en agosto, el número de viajeros superó los 886.000, con un incremento de las pernoctaciones del 3,7%, hasta las 2,3 millones, máximo histórico. Los viajeros nacionales, que en la temporada estival suenen apostar por Galicia como destino, renovaron su confianza con un crecimiento del 4,7% en el número de noches.

Por tipología de alojamientos, los establecimientos hoteleros concentraron el 71% del total de la demanda turística: un 57% optó por hoteles y un 14% por pensiones. El otro 29% se alojó en campings (18,4%) y apartamentos turísticos y turismo rural, ambos con el 5,2%. La demanda en los hoteles se incrementó un 9,6%, y en los apartamentos turísticos, un 3,5%.

Feijóo achacó estos buenos resultados al "buen trato" que reciben los visitantes y a la apuesta por un "turismo tranquilo" frente a otras opciones más masificadas. "No sería posible incrementar el récord cinco años consecutivos, de los cuales tres de ellos fueron en recesión económica, sin que la gente tratase bien al viajero y se convirtiese en primer prescriptor de Galicia", resumió el presidente gallego, quien situó a la comunidad como un "lugar envidiable desde el punto de vista del descanso y del turismo inteligente".

Por último, explicó que las subidas del turismo nacional e internacional se quedarán "pequeñas" con la llegada del AVE a Galicia prevista para 2019 y que la conexión de la Alta Velocidad entre la meseta y Galicia significará "un antes y un después" para esta "industria blanca que no contamina" en alusión al turismo gallego.