Cada semana son cientos los partidos de categorías inferiores y amateur que se celebran en la comunidad y muchas veces las agresiones verbales y físicas se quedan sin registrar, por lo que plasmar en datos la dimensión real de la violencia en el deporte se antoja imposible. Pero hay cifras que dan algunas pistas.

Según el Consejo Superior de Deportes, en la temporada 2015-2016, la última de la que hay datos, Galicia fue la tercera autonomía con más incidentes en competiciones deportivas no profesionales, con 22, por detrás de Andalucía (102) y Valencia (24). Esta estadística solo contabiliza los actos violentos ocurridos en encuentros en los que hubo presencia de la Guardia Civil.

En la comunidad se celebraron 1.382 partidos bajo vigilancia de la Benemérita, así que hubo incidentes en un 1,59%. Tomando como referencia el porcentaje de encuentros afectados, Galicia ocupa el sexto lugar, ligeramente por debajo de la media de 1,75% en el conjunto del Estado, en el que se registraron un total de 232 partidos con incidentes.

Hasta que empiece a funcionar la Comisión Galega para o Control da Violencia, no existe un órgano autonómico que actúe directamente por vía administrativa en casos de violencia en el deporte en la comunidad.

Pero el Comité Galego de Xustiza Deportiva sí revisa los recursos presentados ante las sanciones impuestas por las distintas federaciones. En la temporada 2015/2016 llegaron al organismo seis expedientes, dos en fútbol y uno en baloncesto, waterpolo, esgrima y automovilismo, respectivamente.

Tres de ellos fueron por agresiones a árbitros, sea por parte de jugadores o de espectadores. En otro fueron los asistentes los que golpearon a los deportistas, mientras que en el de esgrima se trató de una pelea entre dos árbitros. En la carrera de coches fue una agresión de un piloto a otro deportista y a un espectador.

El comité confirmó cuatro de las sanciones impuestas por vía federativa (una de ellas se anuló por vía contencioso-administrativa), mientras que dos están pendientes de recurso.