EEl traspaso de la AP-9. El titular de la Xunta pasó por encima de dos cuestiones con las que la oposición martilleó su gestión en los últimos meses. Una fue el veto del Gobierno central al traspaso -incluso a debatir la propuesta- a Galicia de la titularidad de la Autopista del Atlántico (AP-9), apoyada por el PP en la comunidad. Destacó el ahorro de 6 millones anuales por el peaje en la sombra y pidió "perseverar" en una demanda que sí lograron Cataluña y País Vasco en vías de similares características.

EAlta velocidad. El AVE entre Galicia y Madrid fue retrasado por el Gobierno de Rajoy a finales de 2019, cuando entraría en fase de pruebas. Feijóo, que arremetió contra el Ejecutivo de Zapatero cuando se aceleraron los retrasos, garantizó vigilancia. "Auditaremos en detalle que a Galicia no se le vuelva a hacer perder más tiempo", aseguró tras lamentar retrasos de "más de ocho años" y uno adicional por parte de la administración de su partido, que vinculó a la "parálisis política" que obligó a repetir las elecciones generales en 2016. En 2001, Fraga y Álvarez Cascos (PP) prometieron que la obra funcionaría en 2007. En la cuestión ferroviaria, Feijóo no aludió al accidente del Alvia en 2013, que se investigará en el Congreso.

EIntermodal. Feijóo critica a la Marea Atlántica por sus cambios en la estación intermodal, que lleva retraso en A Coruña mientras sigue adelante en otras ciudades de la comunidad.

EIdioma. Promete presentar un plan de dinamización lingüística entre los jóvenes y rechazó los "debates identitarios". Su administración también elabora una Estratexia de Cultura para apoyar al sector.

EAnima a los empresarios a subir sueldos. Reclama trasladar la recuperación económica a los salarios de los empleados y a la mejora de sus condiciones laborales, petición que ya trasladó a la patronal gallega, reveló Feijóo.