Las 40 proposiciones que aprobó ayer el Parlamento salieron del grupo del PP, que rechazó todas las de los partidos de la oposición. De las 40 aprobadas, cinco fueron negociadas entre el PP y el PSOE, que pidió modificar ligeramente el texto de los populares para poder aceptarlas, y solo dos consiguieron la unanimidad de los partidos. Las referidas a mejorar la seguridad viaria y a reclamar a la Xunta que no patrocine actos deportivos que den premios diferentes a hombres y mujeres.

El PSOE respaldó con sus votos al PP para que la Cámara mostrase su adhesión al discurso del Rey sobre Cataluña y también para lamentar de manera ambigua "los episodios que alteraron la pacífica convivencia" el 1 de octubre en Cataluña y manifestar "solidaridad y respaldo" a las fuerzas de seguridad del Estado. El texto no coincide con las críticas que hizo Pedro Sánchez a las cargas policiales, lo que les valió un recado del viceportavoz del PP, Miguel Tellado: "Ojalá el sentido común el PSdeG se extienda a Madrid". Los dos partidos se pusieron de acuerdo además para pedir a los concellos, la Iglesia y la Administración central la retirada de símbolos franquistas. El PP quería que En Marea se posicionase sobre los escraches "a todos los partidos" con una iniciativa que condenaba todo tipo de violencia sin mencionar la palabra escrache y consiguió el no de En Marea y del BNG.

En el debate previo a la votación, los viceportavoces de los grupos escenificaron que la oposición y el Gobierno están en posturas muy alejadas y que es difícil que lleguen a acuerdos, aunque sea puntuales, como muestran las iniciativas aprobadas por unanimidad, sin calado político. Por el camino se quedaron propuestas sobre la violencia de género, pese a que aparecía en las propuesta de todos los grupos. Se negoció pero el PP no consintió en dedicar el 1% del presupuesto a esta medidas. "No hubo manera", reprochó la nacionalista Olalla Rodil.

Las acusaciones en el debate previo a las votaciones, sin embargo, pivotaron en torno al acceso a la vivienda y la ambición del PP de que se modifique la ley electoral para que gobierne la lista más votada, que le valió las críticas de En Marea y PSOE. "Deje de disfrazar su autoritarismo con la tiranía de las minorías, que cuando les conviene, bien que la hacen", azuzó Antón Sánchez. En el mismo sentido se pronunció la socialista Patricia Vilán, que consideró "contradictorio" que el PP diga una cosa u otra "según le convenga", en referencia a la situación en el concello de Tui, donde el PP apoyará un gobierno en minoría. Sánchez reclamó medidas para el acceso a una vivienda en un discurso enérgico, que fue contestado por Tellado con críticas a la alcaldía de A Coruña, de En Marea, por no unirse al programa de viviendas vacías de la Xunta.