Los trabajadores de las empresas auxiliares de Navantia en Ferrol y Fene decidirán hoy en asamblea, a partir de las 12.00, si desconvocan la huelga que ha paralizado durante los últimos cinco días los astilleros. Será entonces cuando miembros de la CIG, única convocante del paro indefinido, les trasladen los avances logrados ayer entre representantes de Navantia, empresarios de la industria auxiliar y sindicatos.

Durante más de cinco horas, y bajo la convocatoria del Consello Galego de Relacións Laborais, las partes implicadas en el conflicto negociaron los puntos de desacuerdo.

El principal es reclamar que todas las empresas cuyos trabajadores desarrollen su actividad en los astilleros cumplan con los denominados acuerdos del año 2001, tanto en el ámbito salarial como de horas trabajadas por jornada. La CIG se comprometió también a unirse a la mesa de negociación, en la que ya estaban todas la partes, para negociar el conflicto.

Ayer se cumplió el quinto día de paro en los astilleros ferrolanos y como en los cuatro anteriores los piquetes formados por empleados de las industrias auxiliares impidieron la entrada de los trabajadores de las plantillas principales y de las subcontratas.

La novedad fue, por primera vez, la presencia de la Guardia Civil y la Policía Nacional. Mientras que el Instituto Armado vigiló los accesos a la planta fenesa, miembros de la Policía Nacional lo hicieron en el caso de la ferrolana.

Pese al pasillo que hicieron, los empleados de Navantia no accedieron a las instalaciones. Vicente Vidal, portavoz de la CIG, agradeció que el plantel principal de Navantia decidiese "no pasar por encima de un piquete ni por medio de un cordón policial".

En su opinión, "esto no se conseguía sin la complicidad de otros; son 2.000 trabajadores que, si quieren entrar, entran". Sobre este colectivo, explicó que son compañeros suyos aunque pertenezcan a la empresa principal.

"Decidieron no entrar en solidaridad y por la decisión de Navantia de intentar reventar esta medida a través de la fuerza, no lo consiguieron ni aquí ni en Fene", reivindicó el portavoz de la CIG ante el astillero de Ferrol.

Antes de la reunión entre todas las partes, la empresa publicó un comunicado en el que calificó de "enorme gravedad" el paro de las industrias auxiliares de sus astilleros de Ferrol y Fene, sin actividad desde el pasado jueves, y advirtió de las "graves consecuencias para el futuro del sector naval en la comarca, para su desarrollo económico y el empleo".

El grupo público reconoció que la huelga "afecta a la ejecución de programas en marcha", como el Buque de Acción Marítima para la Armada Española y un barco para Australia.

"Son programas encargados por el cliente de referencia de Navantia, la Armada Española, y el cliente internacional más importante, como es Australia", afirmó.

También apuntó a posibles "consecuencias en los programas de eólica marina para multinacionales que han confiado en Navantia y donde la competencia de los astilleros europeos es cada vez mayor".