El BNG se ha posicionado contra el proyecto minero que Explotaciones Gallegas, de la mano de Atalaya Riotinto, se propone impulsar en los concellos de Touro y O Pino: el mayor yacimiento de cobre de toda Europa. La iniciativa en la cantera que hoy se dedica a la extracción de áridos y que entre 1973 y 1986 estuvo operativa como mina de cobre ha despertado recelos entre algunos vecinos y partidos políticos pese a que su promotora garantiza un proyecto que "minimiza" el impacto ambiental y tendrá "vertido cero" utilizando la minería de transferencia y la restauración ambiental progresiva de los terrenos.

Pero las garantías medioambientales que defiende la empresa, el plan de restauración presentado y el empleo que se propone generar en la zona no convence a asociaciones ecologistas, vecinos o formaciones políticas. El Bloque ha sido el último en sumarse a los sectores críticos con el proyecto, ahora en fase de alegaciones. El diputado nacionalista Xosé Luis Rivas, Nini, advirtió ayer del "desastre medioambiental" que dejará el plan de explotación. "Estamos hablando de materiales altamente contaminantes, de una acidez tremenda y de gran cantidad de materiales pesados", apuntó Rivas. Los datos aportados por el parlamentario aluden a las "350.00 toneladas de material con un 23% de riqueza de cobre", la "balsa de 116 hectáreas de superficie con un muro de 81 metros de altura", "seis aperturas a cielo abierto" de la cantera", "corte de acuíferos" y el depósito en la balsa del material desechable.

Sin embargo, para la compañía promotora del proyecto minero el medio ambiente "es un aspecto crucial": "Se aplican los más altos estándares en materia ambiental de la mano de la experiencia de Atalaya Riotinto Minera en la gestión de otros yacimientos como la actual mina de cobre de Riotinto (Huelva"). Durante la explotación del proyecto, la mina mantendrá un "control exhaustivo" de los posibles impactos que pueda generar la actividad, tal y como explican desde Explotaciones Gallegas, "en línea con la legislación y las mejores prácticas del entorno europeo, el más exigente del mundo -recuerdan- en esta materia".

Aguas y materiales sobrantes

La explotación, aseguran la promotora, ni afectará a las aguas del entorno y se garantizará a los vecinos el acceso a agua en "cantidad y calidad igual o mejor" que en la actualidad. La empresa trabajará a tres niveles para evitar cualquier afección: "minimización, gestión y neutralización". "Se minimizará la formación de agua ácida al dejar todas aquellas rocas que puedan generar acidez cubiertas por materiales que no generen acidez", explican. En cuanto a los estériles de la planta, materiales sobrantes del proceso, serán depositados en una balsa impermeabilizada y sellada en clausura. Este sistema, según sostienen, no solo evita cualquier afección al medio natural, sino que asegura y facilita una restauración ambiental sostenible y paralela en el tiempo de la operación".

Pero el BNG teme por los efectos que tendrá sobre el sector agroganadero en la comarca. Y es que de las más de 600 hectáreas a las que afectará el yacimiento, unas 500 son de uso agrario. "Estamos hablando de actividades de transformación de las que el sector agrario está tan necesitado", argumentó el diputado nacionalista, quien instó a que ese establezca una "garantía" tanto por parte de la Administración autonómica como de la empresa explotadora de la mina de que, una vez finalizada la actividad, el área sea "restaurada convenientemente".