Los incendios se producen más cerca de las casas por el abandono de los montes y el periodo de alto riesgo crece por la subida de temperaturas y la falta de lluvias. La Guardia Civil continúa haciendo detenciones que no se concretan en penas a los incendiarios porque son delitos muy difíciles de probar. Toda esta casuística indica que Galicia deberá estudiar cambios en el dispositivo contra el fuego, según expertos.

Los especialistas, consultados por Europa Press, advierten de que los fuegos son ahora de "cuarta generación", asociados al abandono del rural que hace que la masa forestal quede cada vez más próxima a núcleos habitados. Colectivos ecologistas como Greenpeace avisan de que la ampliación de las campañas de alto riesgo durante más meses "va a ser la dinámica", en palabras de Mónica Parrilla. Este alargamiento de la fase de alto riesgo será "evidente" para la profesora de producción vegetal en la Universidade de Santiago de Compostela Rosa Mosquera, que cree que la administración tendrá que plantearse tener un servicio de extinción "más tiempo".

La Consellería de Medio Rural, por su parte, considera que si algún cambio hay que hacer es "de carácter normativo, para luchar contra la actividad de los incendiarios, de forma que se incrementen las penas y se controle especialmente la actividad de los delincuentes reincidentes, para que no puedan campar a sus anchas". El decano del Colexio de Enxeñeiros Técnicos Forestais de Galicia, Santiago García, avisa de que va a haber cuestiones que "van a tener que cambiar a la fuerza", entre las que cita la estructura de la propiedad, con parcelas muy pequeñas y cuyo dueño en ocasiones ni es conocido.

La otra pata en la batalla contra los incendios, la de la prevención, es reclamada por numerosos agentes sociales y económicos. Al respecto, el decano destaca que "la extinción es cara, pero la prevención no es barata", y aboga por hacerla de manera "muy selectiva", de forma que lo que se protejan sean los núcleos de población. Mosquera recuerda que los incendios que "apagas hoy" implican mayor cantidad de biomasa en el monte para mañana que, si arde, será "imparable". "Fue lo que pasó en Portugal", recuerda.