Aunque A Coruña fue la provincia menos castigada por los incendios también hubo focos importantes en varios municipios. Uno de los fuegos de mayor virulencia afectó al concello de Neda y alcanzó al vecino de San Sadurniño con más de 110 hectáreas calcinadas solo en este último. El grupo de Emerxencias de Mugardos, bomberos de Narón, Xunta y Guardia Civil con la colaboración de vecinos formaron el operativo para evitar que las viviendas se viesen afectadas.

El fuego comenzó en el lugar de Anca y su frente dominó el monte de A Louseira que hace de linde natural entre ambos municipios de la comarca de Ferrolterra. El dispositivo priorizó el riego de caminos para que las llamas, que rodearon un cementerio, no bajasen por el monte hacia la iglesia y el resto de casas.

El alcalde de San Sadurniño, Secundino García, destacó la actitud "ejemplar" de sus vecinos". "Hubo ganaderos que trajeron tractores y cisternas para contar con más recursos", explicó.

Las llamas también sorprendieron el domingo por la noche a los vecinos de la parroquia de Aro, en Negreira, donde incluso se activó la situación 2 por cercanía a las casas. De hecho, se desalojó una vivienda en la que residen dos personas mayores, una de ellas en silla de ruedas. El foco, otros de los más importantes en la provincia, quedó ayer extinguido tras calcinar 75 hectáreas. El alcalde Manuel Ángel Leis asegura que los indicios apuntan que fue provocado.

En Neda y Val do Dubra aún estaban sin controlar otros focos que ayer por la tarde habían quemado ocho hectáreas.