Un vecino del municipio pontevedrés de Salceda de Caselas localizó globos enganchados a una bengala y la Guardia Civil investiga su posible relación con los incendios forestales de los últimos días. Según fuentes del instituto armado , este artefacto pirotécnico consta de seis globos de color blanco enganchados a una bengala de las que se suelen usar en fiestas particulares y que, una vez prendidas, "desprenden luminiscencias de escasa capacidad calorífica".

Los servicios técnicos del cuerpo de seguridad investigan ahora la capacidad incendiaria de este artefacto y su posible relación con los últimos incendios forestales, aunque las fuentes precisaron que el hallazgo se produjo en un lugar "muy alejado de las zonas afectadas por el fuego". Un vecino de Salceda de Caselas informó a la Guardia Civil de que había localizado este artefacto el pasado domingo, posado sobre unos viñedos próximos a la carretera EP-2505.

Otras fuentes de este mismo cuerpo policial aseguraron que los primeros indicios apuntan "a una intencionalidad en gran parte de los incendios" ocurridos en Galicia que hasta ahora dejan cuatro muertos y miles de hectáreas quemadas, si bien puntualizan que "hay casos aislados accidentales".

En todo caso, las citadas fuentes aclararon ayer que la investigación sobre la ola de incendios sufrida por la comunidad "se encuentra en primera fase".

"Las condiciones meteorológicas favorecieron la rapidez de la propagación, por lo que el primer objetivo fue salvar vidas", añadieron. Además, desde el instituto armado se constata que las llamas provenientes de Portugal cruzaron el río Miño por dos puntos hacia la provincia de Pontevedra, según la investigación. El viento puede transportar hojas y cortezas de eucalipto unos dos kilómetros.

Por otra parte, fuentes del Seprona, también dependiente de la Guardia Civil, apuntan que cazar a los incendiarios que han podido causar la oleada de incendios que arrasa los montes de Galicia es "tan difícil como encontrar una aguja en un pajar", y aunque todos los indicios apuntan a que muchos de ellos han sido intencionados, la investigación se presume larga y complicada.

Porque, como gráficamente resumen fuentes del Seprona, "el monte no habla" y "la escena del crimen ha acabado arrasada".

De todos modos, el cuerpo policial mantiene desplegado un equipo de investigación especializado para averiguar las causas y, en su caso, localizar a los autores de esta oleada de incendios, muchos aún activos pese a las intensas labores de extinción. Estas fuentes de la investigación creen además que los culpables han buscado "causar el mayor daño posible".