Caos total" y "descoordinación". Así resumieron, a una sola voz, trabajadores del 112, miembros de los bomberos públicos y comarcales, integrantes de las brigadas contra incendios y agentes forestales la gestión de la ola de incendios que afectó a Galicia el pasado fin de semana. Representantes de todos estos colectivos invitaron a la clase política a tomar "ejemplo" de su "alianza" para buscar soluciones al problema de los fuegos en la comunidad y denunciaron ayer en Santiago los fallos de lo que tildaron de un "conglomerado precario y desorganizado". Ese mismo argumento les sirvió también para reclamar que una gestión coordinada de situaciones similares requiere "un mando único y un único canal de comunicación".

En esa línea Rafael Cudeiro, miembro de la junta directiva de la Asociación Profesional de los Agentes Forestales y Medioambientales de Galicia, advierte de que, si no, la planificación se convierte en un "galimatías". Cudeiro, que achacó los fuegos a "cuatro ganaderos, cuatro descerebrados y dos cazadores" y desechó "tramas incendiarias", criticó cómo los distintos efectivos usaban canales de comunicación con frecuencias diferentes.

El encuentro también les sirvió para denunciar que los "números reales" de los efectivos desplegados "no salen con lo que la Xunta dice que aportó". Lo señaló el presidente de la Plataforma de Bomberos Públicos de Galicia, Miguel Uclés, quien acusó a las autoridades de estar "mintiendo". Se trataría de 500 efectivos "en el mejor de los casos", y no 5.000, dijo, sin contar vecinos o fuerzas de seguridad. No fue por no ofrecerse: "Quisimos hacer más y o no se nos permitió o se nos dijo que no hacía falta", señaló.

El presidente del comité de empresa de los brigadistas de Seaga en Pontevedra, Josafat Puente, se sumó al reproche de la "descoordinación" y acusó a la Xunta de no haber podido armar un dispositivo "eficaz". A la Xunta también apuntó el portavoz de la Plataforma de Bomberos Públicos de Galicia, Gustavo Tubío, como "única responsable" de la descoordinación de medios, y Susana Camba, trabajadora del 112, indicó cómo el "colapso" en la central "se veía venir" y se produjo un "caos inadmisible" porque solo 7 personas atendían el domingo por la mañana las llamadas. Por ello, afeó las intervenciones del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y del vicepresidente Alfonso Rueda, que instaban a llamar al 112 en caso de cualquier incidencia "en lugar de potenciar los números propios", como el 085 para incendios, ante la saturación del primero, concluyó.

La conselleira de Medio Rural, Ángeles Vázquez, defendió ayer la gestión de su departamento en el dispositivo de extinción de incendios, hizo caso omiso de la reclamación de algunos representantes de los equipos de extinción que pedían la dimisión de Tomás Fernández-Couto, director xeral de Ordenación Forestal, y proclamó que "el personal nunca es suficiente en situaciones extremas". Para Vázquez, lo que se encontró la Xunta el pasado fin de semana fueron "124 bombas" avanzando por Galicia.

Aunque señaló que "cada uno es libre de decir lo que piense", Vázquez recordó que, pese a que el verano fue "muy difícil" por la sequía, Galicia llegó al 30 de septiembre con un "44% menos de hectáreas quemadas". A partir de esta fecha, "por supuesto" -dijo la conselleira- se tomaron las medidas necesarias.

Por su parte, el delegado del Gobierno en Galicia, Santiago Villanueva, también rechazó que hubiese problemas de "descoordinación" en la distribución de efectivos y gestión de incendios, que ve "calculados" -dijo que hay "muchos investigados"-, y negó que no hubiese medios suficientes. Tras reunirse ayer en A Coruña con responsables de la Guardia Civil, Policía Nacional y Policía Autonómica, Villanueva apeló a la colaboración ciudadana para detener a los autores de unos incendios "calculados". "Es clarísimo que no se ha producido de forma natural", sentenció.