Ni mafias ni terrorismo incendiario. Una semana después de la ola de fuegos que devoró más de 35.000 hectáreas en Galicia, el fiscal de Medio Ambiente en la comunidad, Álvaro García-Ortiz, se desmarca de la teoría defendida por la Xunta durante los últimos días: una trama organizada. Las primeras investigaciones, según desveló esta mañana García-Ortiz en una entrevista a la Cadena Ser, descartan la existencia de grupos organizados para provocar la cadena de fuegos del fin de semana pasado y no revelan una conexión entre los distintos focos.

"No tenemos datos para entender que haya organización o un concierto de personas para provocar en sí mismo daño o mal de una manera directa", sentencia el fiscal delegado de Medio Ambiente. Ya un día después de la ola de incendios en Galicia, consideraba "muy difícil" que hubiese una trama detrás de los fuegos que se cebaron con la provincia de Pontevedra. Entonces ya aludía al fenómeno "local" y de "origen indivual".

La semana pasada, la Fiscalía Superior de Galicia ordenó abrir una investigación para determinar si detrás de la ola de incendios de este mes de octubre hubo una "planificación coordinada". Por los métodos utilizados, las zonas afectadas y la simultaneidad, el fiscal superior, Fernando Suanzes, acordó actuar de oficio, "y sin prejuicio de las investigaciones que tramiten los diversos juzgados de instrucción" para determinar los "autores, partícipes y demás particularidades" de cada delito forestal. Con los informes que le aporten las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y la "colaboración" de la Consellería de Medio Rural, la Fiscalía tratará de esclarecer "si los numerosos incendios originados obedecen a una iniciativa criminal compleja de grupos con intencionalidad que persigan objetivos supraindividuales".

Madera y recalificación

García-Ortiz advirtió hoy sobre la necesidad de "descartar algunos imaginarios" que circulan cuando se produce una ola de incendios, como la madera o la recalificación urbanística de los predios porque son "algunas circunstancias que están básicamente ya superadas" en esta sociedad que se enfrenta a "otro tipo de problemática".

"Terrorismo incendiario"

Sobre las expresiones de estos días en alusión a la posibilidad de un "terrorismo incendiario", como califica la Xunta lo ocurrido, el fiscal de Medio Ambiente puso en contexto "las expresiones que de una manera coloquial" colocan la palabra "terrorismo" para "magnificar un suceso". Pero quiso diferenciar de lo que en realidad puede ser un fenómeno terrorista o el terrorismo en el código penal que son "cuestiones bastante diferentes".

Las investigaciones de años atrás y la propia experiencia de la Fiscalía, según advirtió, revelan que este "fenómeno" tiene un carácter "individual, casi puntual" al que se suma una serie de factores que se combinan y provocan una ola de incendios como la de mediados de octubre.

De momento no se puede desvelar ninguna de las investigaciones pero esto -según destacó- ya es un "pequeño indicio" de lo que está ocurriendo". "Vamos paso a paso y con cada uno de los incendios y cada fuente de las posibles fuentes de prueba", concluyó

En todo caso, garantiza que la investigación pretende dar a la sociedad una explicación de lo ocurrido, completar todos los estudios que la Fiscalía lleva realizando durante todos estos años para buscar culpables, causas y motivaciones enfocando hacia el lugar adecuado.

Imprudencia o uso negligente

En cuanto a la dificultad de la investigación, reconoce que es muy complicado conocer si hubo en cada fuego una motivación instrumental, un deseo de hacer daño o si estamos se debió a una imprudencia o un uso negligente del fuego.

"Nosotros vemos desde la Fiscalía el gravísimo problema de los incendios como una causación de riesgos. Desde nuestro trabajo tratamos de minimizar la cantidad de factores de riesgo que pueden influir en la producción de un incendio y ahí tenemos que atacar todas las posibilidades desde las imprudencias hasta los incendiarios, que sin duda también los hay y que debemos perseguir", concluye.