No eran las 11.00 horas de la mañana cuando Gonzalo Caballero entraba casi exhausto en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidade de Vigo. Acababa de salir de una reunión de la Comisión Permanente y todavía le aguardaban dos horas más de docencia en las aulas del Campus. Y todo esto tras un fin de semana frenético en Santiago, en el congreso que le encumbró como secretario xeral del PSdeG, el tercer partido del hemiciclo gallego y con la aspiración de recuperar el liderazgo de la oposición. "No puedo pararme mucho, tengo a mis alumnos esperando", lamentaba el líder socialista entrando ya en la sala donde imparte clases casi a diario.

Su nueva responsabilidad política no le hará decantar la balanza hacia este extremo, ya que seguirá vinculado a la docencia "mientras pueda compatibilizar ambas funciones". "Soy consciente de que habrá un nivel de estancamiento o ralentización en mi faceta investigadora, como ya pasó durante la campaña de las primarias, sin embargo mi faceta como docente sí voy a mantenerla porque considero que es muy positivo seguir lo más cerca posible de la gente joven, además es un trabajo que me encanta", señala Caballero.

Y es que su actividad docente no se reduce a un par de horas semanales. El líder del PSdeG imparte la materia de Economía española y mundial en el primer curso de la titulación de doble grado de Administración y Dirección de Empresas y Derecho, además también tutoriza una asignatura optativa en 4º de Económicas, Economía política y de las instituciones y es profesor de un módulo de un máster universitario, sin olvidar su actividad investigadora en la universidad. "Este cambio político implica por mi parte cambios tanto personales como profesionales y lo más importante, saber adaptarte a ellos. Si comparamos mi situación ocho meses atrás, se ha producido un cambio inesperado, no era predecible pero que estoy muy orgulloso de asumirlo", reivindica Gonzalo Caballero.

Pasar de militante de base y siempre crítico a secretario general engrosará de forma notable su agenda de asuntos, pero ¿cómo afectará también esta a su vida familiar? Escueto y reservado, Caballero reconoce que será "complicado" compaginar también su faceta más "íntima" pero espera sin duda sacar tiempo para dedicárselo a los suyos. "Asumo que tendré un coste personal y profesional, ahora tendré más compromisos pero se sacará tiempo, seguro", sostenía.

Este ajetreado ritmo de vida ya quedó corroborado este fin de semana en la celebración del XIII Congreso Nacional de los socialistas gallegos, en el que hubo de emplearse a fondo durante toda la madrugada del domingo, sin pisar la cama, para cerrar la composición de su ejecutiva, y no perder el respaldo del grupo que en su día apoyó a Xoaquín Fernández Leiceaga y luego a él en las primarias a secretario xeral. "Fueron unas jornadas productivas pero duras; recibimos a todos los compañeros, luego la proclamación de los candidatos a la ejecutiva, "hubo mucho ejercicio de diálogo y orientación para próximas reuniones... al final no me fui a dormir hasta las 16.30 horas del domingo, para a las 20.00 estar de nuevo en pie y hoy (por ayer) ya clases en la Universidad", explica Caballero, quien reconoce que durante sus años de máxima labor investigadora ya estaba acostumbrado a dormir poco.