En este informe de la Xunta sobre el índice de saturación del suelo por municipios, Medio Ambiente reseña que es necesario que los planeamientos urbanísticos fijen el uso de cada tipo de suelo atendiendo al equilibrio entre las distintas partes del territorio, teniendo en cuenta la carga puede soportar cada zona sin que ello produzca un deterioro ambiental o cultural. Recomienda también que se priorice la compactación de las ciudades, villas y núcleos rurales en lugar de la expansión de estos sobre terrenos en estado natural.

El departamento autonómico apuesta por la reforma y rehabilitaciones de inmuebles ya construidos en núcleos, al mismo tiempo que descarta el crecimiento a lo largo de las vías de comunicación. Defiende además que se logre un equilibrio sostenible en la ocupación del suelo, procurando la conectividad de los sistemas naturales y que el paisaje siga definiendo la identidad de cada zona. Esto es precisamente lo que no se cumplió en los municipios que conforman el eje atlántico y los que están apostados en el denominado corredor del Miño -desde Ourense hasta la desembocadura de este río en A Guarda - donde se dan los valores más altos de saturación de suelo. Sin embargo, no se produce esta situación en otros enclaves naturales como algunos municipios de A Costa da Morte o en la comarca de Ortegal, entre los ayuntamientos de Valdoviño y O Vicedo. Muxía, por ejemplo, tiene un 2,9% de saturación.