El presidente de la Diputación de A Coruña, el socialista Valentín González Formoso, se desmarcó ayer del plante de sus homólogos en Pontevedra y Lugo, Carmela Silva y Darío Campos, en la comisión de Orzamentos del Parlamento. Formoso, que ya había avanzado que acudiría a rendir cuentas a la Cámara autonómica, detalló que el presupuesto de la institución coruñesa aumentará un 0,84% en 2008 y puso sobre la mesa cinco demandas. En primer lugar, planteó la creación de una comisión centrada en la administración local y el ámbito europeo, que pueda servir como "canal permanente de comunicación y diálogo". Entre los objetivos de ese nuevo órgano parlamentario estaría la "sistematización" y la "racionalización" que se atribuyen a las entidades locales "sin financiación" en muchos casos.

Formoso volvió a demandar a la Xunta que se active la Comisión Galega de Cooperación Local, que "simplifique" los trámites de las subvenciones dirigidas a los ayuntamientos y que se "agilicen" los procesos necesarios para llevar a cabo obras de iniciativa municipal o provincial. Por último, pidió que las administraciones locales puedan "participar" en el destino que se da a los fondos europeos.

Sobre las ausencias de sus homólogos de Pontevedra y Lugo, el presidente de la Diputación de A Coruña prefirió quedarse al margen. Poco antes de su comparecencia y a preguntas de los periodistas, defendió "el respeto a la autonomía de cada institución" y el "respeto" por la decisión de sus compañeros de filas Carmela Silva y Darío Campos de no acudir a la Cámara, aunque personalmente se mostró partidario de "coordinar" sus cuentas con las autonómicas.

Una de las protagonistas del plante, la presidenta de la Diputación de Pontevedra se quejó ayer del maltrato sufrido en la comparecencia del 2016 y reconoció estar "sorprendida" con los representantes del PP en el Parlamento. "Inmediatamente después de decir que me van a tratar con respeto me insultan y me descalifican", censuró en referencia a las acusaciones de "cobarde, opaca y poco transparente", palabras que, según indicó, no le "afectan en nada" puesto que son "las contradicciones del Partido Popular".

No más control de la Xunta

Silva advirtió a la Xunta de que "se acabaron los tiempos de control de la administración local". "Yo doy cuenta de lo que apruebo en mi pleno, igual que el señor Feijóo lo hace en el suyo", zanjó. También acusó a Feijóo de "sumarse al modelo de confrontación permanente" de su vicepresidente, Alfonso Rueda, y aseguró que cuando denuncia "falta de transparencia" Feijóo "miente" dado que "todos" los acuerdos que se aprueban en la junta de gobierno de la administración provincial son remitidos a la Xunta y a la subdelegación del Gobierno, se publican en el boletín oficial y en la web de la institución. "Es imposible ser más transparente que nosotros", reconoció.

La otra protagonista del plantón, la Diputación de Lugo, también ofreció ayer su versión. El portavoz del gobierno provincial, Álvaro Santos, recordó que la presentación de los presupuestos en comisión parlamentaria "es voluntaria" y apeló a la "autonomía local".

Sobre la decisión de Campos de no acudir a presentar las cuentas justificó que "no" hay una relación de "confianza", ni "respeto institucional" por parte del Gobierno gallego hacia la provincia de Lugo donde, a diferencia de Ourense, donde la institución provincial está gobernada por el PP, "no" se ha invertido nada en infraestructuras deportivas, "no" se facilita la apertura de las residencias provinciales que proyecta la Diputación para mayores o la nula colaboración en el programa Ayuda en el Hogar.

Críticas del PP al nuevo PSdeG

Por su parte, el secretario xeral del PP, Miguel Tellado, advirtió al líder del PSdeG, Gonzalo Caballero, de que tiene "una magnífica oportunidad para retratarse" y le instó a aclarar si avala que Silva y Campos no presentasen sus presupuestos. Si a él "también le avergüenza" esa "actitud de falta de cooperación", le pidió que haga "un reproche público". Tellado especuló sobre las causas que pudieron llevar a Silva y a Campos a no acudir a la Cámara y barajó que puede deberse a que "se avergüenzan de su gestión". "Si ésta es la explicación, creo que tienen motivos para hacerlo porque demostraron en muchas ocasiones que cuando tienen que tratar a un ayuntamiento, lo primero que hacen es mirar su color político", esgrimió.

Por último, el presupuesto de la Diputación de A Coruña en 2018 crecerá un 0,84% hasta los 178 millones. Con esta cantidad, pretende atender principalmente a las demandas de los concellos de menor tamaño en temas relacionados con los servicios básicos, la consolidación del empleo y con el bienestar de sus habitantes con ayudas y líneas de crédito. En planes de inversión se invertirán más de 102 millones, la mayoría destinados al Plan Único de la Diputación.