Lo virtual gana terreno a lo real, auspiciado por la mejora de las conexiones a internet, incluso en el rural, y por una extensión de la alfabetización digital de los usuarios, una tarea en la que incide la Xunta por encomienda de Europa, que quiere evitar la exclusión de una parte de la población de las ventajas de las nuevas tecnologías. Las explotaciones ganaderas no son una excepción y la Oficina Agraria Virtual (OAV) acapara el 85% de los trámites o consultas que realizan las granjas para indicar nacimientos de reses (la mitad de las gestiones), informar de movimientos o solicitar duplicados de crotales si se pierden, entre otras.

No obstante, un 15% de las gestiones todavía se hacen de forma presencial en las oficinas agrarias comarcales a través del llamado sistema integrado, según datos facilitados por la Consellería de Medio Rural. Así, de las casi un millón de diligencias o consultas que durante el año pasado tramitaron las oficinas agrarias de la comunidad, más de 150.000 todavía se llevaron a cabo a la antigua usanza, frente a frente, en las oficinas agrarias comarcales. Y eso a pesar de que la Xunta creaba en 2008 el germen de la Oficina Agraria Virtual -que funcionó como tal a partir de 2010- al entender que en el ámbito ganadero son muchos los agentes (los granjeros, los responsables sanitarios, las agrupaciones de defensa sanitaria...) que se relacionan a diario con la administración para despachar diversos asuntos que, en "muchos casos", alegaba el Ejecutivo, "suponen que el interesado precise acercarse a una oficina de la Consellería, con la consiguiente pérdida de tiempo".

De ahí surgió la Oficina Agraria Virtual, que ampliaba un proyecto experimental que había nacido solo con la emisión de autorizaciones para mover porcino a través de internet. A día de hoy, y a juzgar por los números, la iniciativa convence, al menos en teoría, a buena parte de las explotaciones que figuran inscritas oficialmente en el Rexistro Xeral de Explotacións Gandeiras. En total, según el departamento que dirige Ángeles Vázquez, están registradas un total de 94.502 granjas y de ellas, un casi un 68%, es decir, dos de cada tres, un total de 64.125 (la mayoría en Lugo, con 22.711) disponen de una cuenta en la Oficina Agraria Virtual que incluye un pin de acceso.

No obstante, no basta con tener acreditación para acceder si no se utiliza. Porque las estadísticas facilitadas por la Xunta también muestran que solo la utilizan 44.096 usuarios, que están dados de alta en el registro de explotaciones, que cuentan con pin para entrar en la Oficina Agraria Virtual y que además cuentan con accesos a la OAV, lo que supone que le sacan rendimiento. Eso implica dos de cada tres de las que se hicieron una cuenta.

En su momento algunas de las quejas de las organizaciones sindicales de los ganaderos (y de la oposición política en su momento) eran que el rural estaba bastante aislado de internet, lo que eternizaba las gestiones a través de la web para aquellos que se atrevían y que tenían más que hacer en la granja, sin hablar de la brecha generacional y de formación. No obstante, esa brecha digital y generacional está aminorando. Hace un par de años, la cifra de granjas conectadas era de 4.600 menos.

Además, a quienes se les haga complicada, por la razón que sea, la gestión a través de internet, solo les queda levantar el teléfono. Según Medio Rural, este medio está operativo desde 2011, aunque hace un par de años algún sindicato agrario señalaba que este servicio, que era "más cómodo, se quitó". En todo caso, el año pasado, según muestran los datos de la Xunta, sí estaba operativo y suponía una de las vías de acceso a la Oficina Virtual Agraria, según fuentes de Medio Rural. En ese caso, es un operador el que se encarga de las gestiones como intermediario si el granjero no tiene internet. Las cifras aportadas por la Administración muestran que de los 811.000 trámites gestionados el año pasado en la OAV, un total de 218.088 (el 27% de los virtuales y un 22% del total) se realizaron a través de una llamada al número 012.