"En Galicia hay más de 300.000 parcelas con titular desconocido y un número mayor aún de personas ya fallecidas o que no se pueden localizar", expuso ayer el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, para justificar su intención de que las fincas de propietario desconocido, fallecido o ilocalizable puedan pasar al Banco de Tierras y "quien las quiera las pueda trabajar".

El objetivo, que el rural gallego esté limpio y se reduzca el número de fincas llenas de matorrales y otro material altamente inflamable en caso de incendio. Las fincas sin dueño conocido que pasen al Banco de Tierras podrán ser trabajadas además desde el momento en que se inicia la investigación para dar con su dueño. La Xunta no quiere que la burocracia demore años y años el aprovechamiento de las fincas. El Gobierno autonómico también quiere pasar al Banco de Terras "fincas abandonadas en los montes vecinales de mancomunidades, si la comunidad correspondiente no se quiere hacer cargo de ellas". Estas son dos de las medidas que ayer avanzó Feijóo en el pleno del Parlamento. Hay más:

EIncentivos a la limpieza de franjas. Por ley es obligatorio que los dueños limpien los montes y cumplan con franjas de protección para reducir los efectos del fuego en caso de incendio. Pero son muchos, demasiados, los dueños que no limpian. Feijóo propuso ayer un acuerdo con los concellos para "incentivar económicamente" la limpieza de los montes, "especialmente en las franjas de seguridad cercanas a los núcleos de población". La propuesta sería que los dueños deleguen en los ayuntamientos la limpieza de sus fincas a cambio de un precio fijo, equiparable a una roza básica, y las administraciones cubran la parte restante en los casos que sea preciso.

  • Nuevas franjas. Medio Rural pretende obligar a nuevas franjas de seguridad alrededor de las subestaciones eléctricas y estaciones de telecomunicaciones, hasta ahora sólo eran obligatorias en líneas de transporte y distribución de energía eléctrica y de gas. También quiere obligar a gestionar la biomasa en las viviendas aisladas en suelo rústico, aunque estén situadas a más de 400 metros del monte.
  • Brigadas forestales en todos los municipios del rural. Este año, la Xunta cofinanció brigadas forestales en un total de 195 municipios, pero pretende a partir de ahora subvencionar brigadas forestales en todos los concellos del rural que no tengan parques de bomberos propios. Las brigadas municipales han sido cuestionadas por su falta de profesionalización, pero la Xunta insiste en ellas.
  • Más personal para limpiar los montes. El programa A prol Rural, que manejará en 2018 unos siete millones de euros, se dedicará en exclusiva a contratar personal para limpiar montes y tareas de silvicultura.
  • Mando único para la extinción de incendios. Trabajadores del 112, bomberos, integrantes de las brigadas contra incendios y agentes forestales denunciaron tras la ola de incendios de octubre "caos y descoordinación" en la organización del dispositivo de extinción del fuego y pedían un mando único. La Xunta, entonces, negó la descoordinación, pero ayer se mostró dispuesta a que el nuevo Mapa de Emergencias, que quiere pactar con alcaldes y diputaciones, "incorpore el mando único".
  • Agencia de Industria Forestal. Esta agencia de reciente creación tendrá por misión "incentivar con más intensidad a las pymes del sector forestal y fomentar la fabricación de productos de consumo, hacer el sector más competitivo a través de la renovación tecnológica y aplicación de la ingeniería; y fomentar el empleo de calidad".
  • Declaración de zona afectada. La ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, avanzó ayer en el Senado que en los próximos días se declarará a la comunidad gallega y a la zona noroeste de la Península Ibérica afectada por los incendios como "zona afectada gravemente" por emergencia de Protección Civil, con el fin de establecer una serie de "medidas extraordinarias". Por otra parte, el pleno del Congreso apoyó ayer, a excepción del Partido Popular, una moción del Partido Socialista que pide al Gobierno central de Mariano Rajoy más políticas de prevención contra los incendios y una "inversión real" en el ámbito rural con el objetivo de mantener cuidados los montes.