"Hasta en 24 ocasiones en 36 horas" durante la ola de incendios del pasado octubre, la Xunta activó la alerta de nivel 2 por el riesgo de pérdida de vidas humanas, ante la cercanía de las llamas a viviendas. Fue "tres veces más que en un año entero", confesó ayer el director xeral de Emerxencias, Luis Menor, en el Parlamento gallego, quien explicó que cuando se llega a esa situación se establece un mando único, que recae en los delegados territoriales, que "estuvieron en todos los incendios".

Menor defendió una respuesta "razonablemente buena" por parte de la Xunta, en una situación "extrema" y negó la "descoordinación" denunciada por los representantes de los trabajadores del dispositivo de extinción de incendios, y de la que ayer se hizo eco en la Cámara el diputado socialista Juan Díaz Villoslada.

Durante su comparecencia, el director xeral expuso que la Xunta "no es titular de servicios" que corresponden a municipios aunque tenga potestad en coordinación, por lo que "no tiene la misma eficacia que en un servicio que le es propio". No obstante, añadió que cada administración "hizo lo que pudo y lo mejor que pudo".

Villoslada lamentó que no haya una "mínima autocrítica" por parte de la Xunta para tomar medidas necesarias para un funcionamiento "más eficaz". Puso como ejemplo que parques de bomberos de algunas ciudades tardaron "más de 10 horas" en ser movilizados y que solo había siete operadores en la mañana del domingo de los incendios en el 112.

Sobre este extremo, Luis Menor admitió que en la mañana del domingo 15 de octubre había siete operadores en el 112, una cifra que considera lógica porque "no hubo esas colas de llamadas que se produjeron por la tarde". Ya por la tarde, el personal se reforzó hasta en un 150% y un 200% en los momentos más críticos.