El alto riesgo de incendios termina hoy en el año en el que más se ha prolongado este periodo en la historia de Galicia. Según explicó a Europa Press la Consellería de Medio Rural, el segundo año en el que más duró el alto riesgo de fuegos forestales fue en 2011, y entonces finalizó el 24 de octubre. Desde el lunes el riesgo de incendio pasará a medio en Galicia, con un dispositivo total que se reducirá a 2.900 efectivos. Con todo, seguirán prohibidas las quemas hasta nuevo aviso de la Xunta.

Como recoge el plan de lucha contra el fuego (Pladiga), el periodo de alto riesgo comprende de forma general los meses de julio, agosto y septiembre. Octubre se encuentra en riesgo medio (con febrero, marzo, abril, mayo y junio) y el de noviembre en el de tipo bajo (junto a diciembre y enero). Pero el tiempo seco, soleado y sin lluvias posterior al 30 de septiembre, cuando se produjo la ola de incendios del 14 y 15 de octubre, obligó a prorrogar hasta el 12 de noviembre el alto riesgo y mantener el dispositivo contra el fuego.

En lo que va de año han ardido en Galicia 61.600 hectáreas -49.000 en la ola de mediados de octubre y 12.600 hasta esa fecha-. Esta cifra supone cuatro veces más que el objetivo marcado por la Xunta de superficie quemada para 2017, que no debía superar las 15.204 hectáreas, la media de lo quemado en la última década, cuyo tope hasta este año se encontraba en las 42.392 de 2011. Y es que las más de 60.000 arrasadas este año -a falta de los meses de noviembre y diciembre- suponen la segunda mayor cifra desde 1990, solo superada por las 95.947 tras la ola de fuegos de 2006. No obstante, aunque ardieron 49.000 hectáreas el 14 y 15 de octubre, dos de cada tres fuegos de los 264 registrados ese fin de semana quedaron en conatos.

El Pladiga establece cada año objetivos que son de aplicación para todo el territorio gallego. Además, tanto las provincias como los distintos distritos forestales tienen la obligación de intentar alcanzarlos. Para este ejercicio la Consellería de Medio Rural se marcaba en el Pladiga el objetivo de quedar por debajo de las 13 situaciones de tipo 2 -aquellas en las que están en peligro inmuebles y personas-, pues son la media que hubo en el último lustro. Desde enero se han activado en 22 ocasione este nivel, 19 de ellas en la ola de fuegos y las otras tres a lo largo de todo el año hasta ese momento, según los datos aportados esta semana por el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, en el pleno del Parlamento. Aún así, esta cifra está por debajo de las 23 situaciones de riesgo máximo que hubo en 2016, un año en el que hubo 40.000 hectáreas quemadas menos que en este 2017.

En lo que tiene que ver con la superficie dañada en Red Natura, esta representa el 23,14% del total ardido en el fin de semana negro de octubre. Fueron 11.376,69 hectáreas, con Ourense (6.769) y Lugo (4.523) como las que registraron una mayor afectación.

Este año el fin de la época de alto riesgo de fuegos llega tras conocerse que el responsable de política forestal de la Xunta durante casi 20 años, Tomás Fernández-Couto, está investigado por presunta prevaricación en la contratación de helicópteros contraincendios en las campañas de 2011, 2012 y 2013.

Sobre este tema el portavoz parlamentario del PSdeG, Xoaquín Fernández Leiceaga, afirmó que la comparecencia en el Parlamento gallego de la conselleira de Medio Rural, Ángeles Vázquez, es "lo mínimo" para "dar explicaciones" en un asunto de "gravedad" como, según indicó, supone "la adjudicación directa de un contrato de más de seis millones de euros".