"Estuvimos esperando tres años y ocho meses y todo quedó archivado. No es nada fácil, pero llevamos mucho tiempo sufriendo en silencio y es hora de saber la verdad. Sólo pido justicia", clamó ayer Ramona Fernández, viuda de Indalecio Mayo, uno de los ocho tripulantes que murió en el naufragio del Santa Ana en aguas del cabo Peñas (Asturias) en marzo de 2014, cuando iba a participar en la costera de la caballa. Fernández, junto con su abogado Estanislao de Kostka, acudió al juzgado de Muros para poner una denuncia contra el armador del barco por un supuesto delito continuado de falsedad en documento público y oficial, ya que considera que el propietario de la embarcación entregó "documentación falsa" sobre la titulación de los tripulantes enrolados en el pesquero. El caso se sobreseyó en el Juzgado de Avilés "al no quedar acreditadas" las causas concretas del naufragio. El armador declinó ayer hacer declaraciones.

Ramona Fernández busca ahora demostrar que la falta de cualificación de la tripulación y de la persona que estaba en el puente de mando en el momento del accidente pudo ser la causa del siniestro. "Lo que queremos es que hechos como éste no vuelvan a suceder", afirmó el abogado. De Kostka y Fernández incidieron en criticar la falta de control por parte de aquellos que tienen que comprobar las condiciones de los barcos antes de ir a faenar, así como de sus tripulantes. El armador aseguraba que Indalecio Mayo era segundo patrón del pesquero cuando "en realidad era el cocinero".

"La salida al mar el día del fatal accidente se produjo sin segundo patrón, sin comunicar a la autoridad gubernativa quién se enrolaba en el buque y con documentación que se entregó ante organismos oficiales no coincidentes con la verdad", recoge la denuncia.

"En Avilés, ¿quién fue el responsable que dejó salir al Santa Ana al mar sin pedir las titulaciones? ¿Por qué otros que no tenían titulación ejercían cargos en el barco? ¿A qué hora dieron la voz de alarma y cuánto tardó en ir Salvamento Marítimo? ¿Por qué el barco que cogió al único superviviente vio a mi marido y lo dejó allí? En Avilés queda mucho por esclarecer", aseveró la viuda de Indalecio Mayo. Otra de las preguntas de la mujer es por qué no se precintó el Santa Ana hasta aclarar todo el caso.

Fernández hace también un llamamiento a los jueces marítimos, a las autoridades y a los altos cargos para que investiguen el caso: "Esas ocho vidas merecen un juicio ejemplar y caiga quien caiga. Tienen que hacerse públicas las declaraciones contradictorias y todo lo sucedido". La viuda del marinero reclamó también la intervención de los sindicatos del mar para que personas sin titulación no ejerzan puestos para los que no estén formados y se puedan evitar accidentes como el del Santa Ana.

Junto a Ramona Fernández estaba su abogado, que abundó y apoyó la declaración de la viuda de Mayo. Ahora confía en que el Juzgado de Muros admita a trámite la denuncia para iniciar el proceso. De Kostka lanzó, además, duras insinuaciones: "¿Por qué los barcos de Galicia que capturan caballa despachan en Avilés cuando pueden hacerlo en Galicia? ¿Qué sucede para que un buque con bandera portuguesa se vaya a pescar a Avilés?". Ahora todo queda en manos de los jueces gallegos.