Cuatro de cada diez niños que utilizan a diario el transporte escolar en España son gallegos. Aunque se trata de un medio seguro, la vulnerabilidad de sus pasajeros y el tipo de vías por las que circula -en su mayoría carreteras secundarias- hacen necesario una especial vigilancia para garantizar una conducción segura. Para controlar el estado en el que circulan estos autobuses y sus conductores, la Agrupación de la Guardia Civil de Tráfico en Galicia iniciaron ayer una campaña especial de vigilancia que se prolongará hasta el domingo. Durante el dispositivo, los agentes inspeccionarán unos 300 buses escolares.

En España son 230.000 alumnos los que utilizan a diario el transporte público escolar para ir al colegio, casi 94.000 en Galicia. Desde la DGT, su director, Gregorio Serrano, advirtió ayer de que estos vehículos son "muy sensibles a los accidentes por la trascendencia que tienen y por la edad de los afectados" aunque destacó que "gozan de una seguridad mayor que otros medios". "Para conservar el actual nivel, -destacó- seguimos desarrollando campañas de concienciación que mantengan alerta tanto a usuarios como a conductores, padres y colegios".

En todo 2016, los autobuses escolares se vieron implicados en 32 accidentes en España, el 65% de ellos en carreteras convencionales. En estos siniestros no se registraron fallecidos, pero el número de heridos alcanzó los 17.

Durante última campaña de control a este tipo de vehículos en Galicia, el pasado mes de enero, la Guardia Civil inspeccionó 299 autobuses escolares, de los que el 30% fueron sancionados por deficiencias o infracciones viarias. Más de la mitad de las denuncias fueron por carecer de la autorización especial de transporte escolar. Lugo y A Coruña fueron las provincias gallegas con más expedientes sancionadores abiertos.