El Congreso aprobó ayer una moción pactada por el PSOE y Unidos Podemos que insta al Gobierno a reformar la Ley de Estabilidad Presupuestaria para que los ayuntamientos con las cuentas saneadas puedan reinvertir todo su superávit. Es una demanda impulsada desde la Federación de Municipios y Provincias (FEMP) que lleva meses defendiendo el derecho de las corporaciones locales a destinar estos fondos a políticas sociales, de empleo y programas de igualdad y juventud.

Los ayuntamientos españoles tuvieron un superávit de 7.000 millones el pasado año. En el caso de los concellos gallegos esta cifra se elevó a 127 millones.

La FEMP denunció que los ayuntamientos es la única administración "que cumple los parámetros financieros fijados y se ha apretado el cinturón más que nadie". Sin embargo, están sujetos a la regla de gasto y solo pueden gastar una parte de su superávit y condicionado siempre a los criterios que fija el Gobierno: así, primero deben pagar las facturas, después amortizar deuda y, por último, destinar el dinero a inversiones financieramente sostenibles que contribuyan al crecimiento económico a largo plazo de modo que no incurra en déficit.

La reclamación de la FEMP es que no se limite su "autonomía" y que puedan reinvertir el superávit en políticas sociales y de empleo.

Votación

El PSOE llevó esta propuesta al Congreso y salió adelante pese al rechazo del PP y de Ciudadanos, que defendieron la contención del gasto. El PNV optó por la abstención.

La moción pide que se eliminen los límites impuestos al uso del superávit en aquellos ayuntamientos que presenten superávit o equilibrio presupuestario, tengan un nivel de deuda inferior al 110% de los recursos corrientes y mantengan un plazo medio de pago a proveedores inferior a los 30 días. El texto también pide que se supriman las restricciones a las operaciones de endeudamiento de estas entidades y que la tasa de reposición de los efectivos locales pueda ser del 150% en servicios prioritarios.