No se esperan lluvias hasta el domingo. Y, aunque serán "de cierta entidad", según la Xunta, no servirán para normalizar la situación de déficit hídrico que arrastra Galicia desde hace más de un año. Por esta razón, el Gobierno gallego ha decidido extender la alerta por sequía a toda la demarcación hidrográfica Galicia-Costa, que abarca toda la provincia de A Coruña y la costa de Pontevedra y Lugo, más de dos millones de habitantes.

Hasta ahora solo se había declarado la alerta en siete de los 19 sistemas de la cuenca. Ahora se amplía al resto, por lo que toda la comunidad autónoma quedará sujeta a las medidas de ahorro en el consumo de agua, posibles restricciones y actuaciones para garantizar el suministro que acuerde la Xunta conjuntamente con los concellos afectados.

La decisión se adoptó ayer en la Oficina Técnica da Seca, después de constatar que los ríos gallegos llevan un 80% menos de agua de lo normal y tras conocer la situación meteorológica prevista para el mes de diciembre, ya que las lluvias previstas para el 10 de diciembre "no serán determinantes para recuperar la situación de normalidad".

El director de Augas de Galicia, Roberto Rodríguez Martínez, explicó que en los próximos días se convocarán a diferentes reuniones a los concellos de cada sistema hidrológico para concretar medidas que permitan aumentar la disponibilidad de recursos hídricos. También se reiteró que los municipios de más de 20.000 habitantes deberán informar sobre sus planes de emergencia para afrontar la situación de sequía. "Hay que ir por delante de la situación actual y tomar medidas que pueden ser poco habituales pero que son necesarias", señaló.

De forma paralela también se reunió ayer en Ourense la Oficina Técnica de la Sequía de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil que puso sobre la mesa datos que revelan el bajísimo caudal que lleva el Miño. Según el presidente de esta demarcación, Francisco Marín, el tramo superior de este río, en la zona de Lugo, (por encima del embalse de Belesar) porta solo el 10% del agua que debería llevar en estas fechas, mientras que embalse abajo circula solo el 20% de agua.

Según explicó Marín, en Lugo lo normal en estas fechas sería que por el cauce del río Miño circulasen 53 metros cúbicos de agua por segundo, pero solo lleva 5,25 metros cúbicos.

En los dos meses que van de año hidrológico (octubre y noviembre), se ha registrado un 65% menos de lluvia de lo normal y los embalses se encuentran al 40,9 % de su capacidad, 18 puntos por debajo de la media.

Un informe de Aqualia, la concesionaria de abastecimiento de agua en Vigo, fija en 22 los días de suministro de agua potable que están garantizados en la ciudad olívica debido a que por debajo de la cota 2010 los valores de hierro serían excesivamente altos para consumo. "El agua es perfectamente potable", garantizó ayer el alcalde de la ciudad, Abel Caballero.

Augas de Galicia accedió a reducir el caudal ecológico del río Oitavén debido a la situación de "gravedad extrema" de la sequía en el área de Vigo y hizo porque "hay un riesgo de abastecimiento a la población que no se debe a la cantidad de agua embalsada, sino que se deriva de la incapacidad de Vigo para tratar esa agua a través de su potabilizadora".