La Dirección General de Tráfico (DGT) prevé unos 603.000 desplazamientos en la comunidad gallega con motivo de las festividades de ámbito nacional de la Constitución y la Inmaculada (mañana y el viernes, respectivamente). Galicia registrará un 9% de los 6,7 millones de desplazamientos previstos en la red viaria española, según los datos facilitados por la Dirección General de Tráfico.

El operativo de este año comenzó a las 15.00 horas de ayer y finalizará a las 24 horas del domingo 10. Las carreteras gallegas en las que se prevé una mayor intensidad de tráfico son la autopista AP-9, las autovías A-6, A-52 y A-55, y las carreteras nacionales N-550 y N-634.

Las placas de hielo derivadas de las temperaturas que alcanzaron ayer los varios grados bajo cero complicaron la circulación en las carreteras gallegas.

Cuatro turismos se vieron implicados en una salida de vía en el polígono industrial de San Cibrao, en Ourense, y una mujer fue atendida, según el último parte, por los servicios sanitarios. Los hechos ocurrieron por culpa del hielo. Un particular indicó que perdió el control de la furgoneta que conducía e impactó contra otro turismo que estaba estacionado, si bien finalmente fueron cuatro los turismos que se vieron implicados.

No fue la única actuación que se llevó a cabo en las carreteras gallegas como consecuencia de las placas de hielo. Una de ellas, se produjo en Agolada (Pontevedra), en donde un particular avisó de placas en la EP-6009, en Brántega y que no podía continuar la marcha.

En Lalín, miembros del GES anunciaron su salida para echar sal en la carretera, en el lugar de Estivelle. A Cañiza fue otro de los ayuntamientos afectados, a la altura de O Couto, mientras que otra persona alertó de que en el lugar de Cernadas, en el ayuntamiento de Avión, no podía salir de su casa debido a este problema.

Por su parte, efectivos de Protección Civil de Os Blancos salieron a esparcir sal por las carreteras del municipio y en Santiago de Compostela se recibió aviso de la presencia de placas de hielo en la avenida de Ferrol, lo que hacía que transeúntes "resbalasen y cayesen" al suelo.