La oposición cargo ayer en bloque contra la Xunta por el retraso de 10 años para el enganche de Galicia al ferrocarril del Corredor Atlántico de Mercancías y el presidente del Ejecutivo gallego, Alberto Núñez Feijóo, respondió con resignación. "Lo que se puede hacer ahora es lo que ya hicimos", argumentó en el pleno del Parlamento. Esto significa que a la Xunta le toca confiar en que el Ministerio de Fomento cumpla su promesa de "conseguir o intentar conseguir" el próximo año financiación para mejorar la red ferroviaria básica existente y "así ganar tiempo para incluirlo en la red transeuropea de transportes".

El Corredor Atlántico de Mercancías deja ahora a Galicia fuera de su trazado y las negociaciones con la Unión Europea no empezarán hasta dentro de seis años, pese a que Fomento dijo en un principio que iniciaría las tareas el próximo año.

Para la oposición, este retraso no se trata de un problema de plazos, "jurídico o económico", sino "político". "No hay ningún impedimento europeo, sino que depende de Rajoy", afirmó el portavoz del PSdeG, Xoaquín Fernández Leiceaga, quien además apuntó que el portavoz de la Dirección General de Movilidad y Transportes de la UE, Carlo de Grandis, señaló el enlace entre Monforte y Palencia como su prioridad y que la conexión con Galicia "debe partir del Gobierno español en primera instancia, e incluso de la Xunta de Galicia".

Frente a las críticas del PSdeG, Feijóo señaló que la exclusión de Galicia del corredor transeuropeo fue una decisión del Gobierno de Zapatero en 2010, que incluso dejó Vigo "fuera" de la red básica y hubo que incorporarlo más tarde.

El presidente de la Xunta desdeñó los mapas que le enseñó Leiceaga de los años 2011 y 2012 en los que dijo, Galicia aparecía conectada, y afirmó que fue el gobierno de Zapatero el que negocio el corredor sin Galicia. "No puede ser que deje usted ese muerto y que ahora el culpable sea el que tiene el cuerpo", afirmó. Mientras el socialista le ofrecía "un acuerdo" encaminado a solucionar los problemas existentes, el presidente ha dejado claro que cualquier pacto ha de partir de una evaluación "acertada" sobre la responsabilidad de cada uno. Eso sí, ha agradecido su "mano tendida".

Luís Villares, que la semana pasada viajó a Bruselas, dijo que fuentes de la Comisión Europea confirmaron que la línea Monforte-Palencia forma parte de la red básica de mercancías "y por lo tanto es financiable desde el programa europeo de transportes". Villares considera que esto demuestra que "el ministro no quiere y el presidente manso no puede" reclamar estas obras.

Por otra parte, la oposición responsabilizó a Feijóo del aumento de las tarifas en la AP-9 el próximo año (3,1%). El presidente de la Xunta tiró del recurso de la herencia política y acusó a los Ejecutivos socialistas en Madrid de haber firmado convenios "ruinosos" con Audasa, la concesionario de la vía, en 2006 y en 2011, "a 48 horas de unas elecciones" generales. Según Feijóo, su gobierno está ahora "dando la batalla" para paliar los efectos de esos convenios, pese a la subida del precio de los peajes previsto para 2018. "Yo puedo hacer cosas, milagros no", afirmó al respecto. Así, indicó que la subida prevista es necesaria "para pagar la ampliación de la autopista".

El portavoz socialista, Xoaquín Fernández Leiceaga, propuso que sea Fomento el que asuma el coste de las obras para evitar que se repercuta en los bolsillos de los gallegos porque, dijo, la Administración central "tiene recursos" como demuestra a su parecer que aprobaran el cupo vasco en materia de financiación autonómica o la conexión entre Cantabria y País Vasco por carretera.

"La transferencia de la AP-9 fue propuesta por el BNG. Usted lo único que hizo fue aplaudir. Es cómplice de una subida continuada de los peajes", le recriminó la portavoz del BNG, Ana Pontón. El líder de En Marea, Luís Villares, continuó la crítica a la política en materia de infraestructuras de Feijóo, "con F de fracaso", censurando lo que es, a su parecer, una "pelea de gallos" entre el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna. "Mucho pico y poca pala. Pala cero en infraestructuras", le espetó.