Galicia, Asturias y Castilla y León tendrán una posición común al negociar el nuevo modelo de financiación autonómica. El pasado lunes en Oviedo los presidentes de estas tres autonomías acordaron que el futuro sistema debe ser fruto del "consenso multilateral" y debe "garantizar la prestación de niveles similares de servicios públicos en todas las comunidades, con independencia de sus ingresos tributarios".

Además debe corregir los actuales déficits de financiación, "dotando al sistema de mayores recursos" y cubriendo así "el coste real" de la prestación de los servicios básicos. Y el Fondo de Compensación Interterritorial, que es el que garantiza financiación adicional a las comunidades menos avanzadas, debe tener más dinero.

También exigen mantener la cláusula para que "ninguna comunidad pueda perder posición financiera" con el nuevo modelo.

Otra de las demandas de las comunidades del Noroeste al Gobierno de España es que sus decisiones no podrán afectar a la capacidad financiera de las comunidades para hacer frente a la prestación de servicios, debiendo ser compensadas por la totalidad de los efectos financieros que puedan producirse.