El encarecimiento de la AP-9 incendió a la oposición, que ya criticó duramente la negativa del Gobierno central, en manos del PP, a debatir siquiera la petición unánime del Parlamento gallego de la transferencia de la titularidad de la vía de peaje.

El viceportavoz de En Marea, Antón Sánchez, tachó de "atraco a mano armada legalizado a través del Boletín Oficial del Estado" el aumento de los peajes. "El señor Feijóo debe exigirle al Ministerio de Fomento la congelación de los peajes para los próximos años pues no nos valen las explicaciones de las herencias recibidas", urgió Sánchez, que volvió a cuestionar "el escaso peso político del presidente de la Xunta en Madrid".

La portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, la calificó de "estafa". "No podemos quedarnos con los brazos cruzados mientras que vemos como en Galicia los peajes van a subir un 60% más que la media del Estado y lo van a hacer, además, mientras tenemos uno de los peajes más altos en el país con uno de los salarios más bajos", sentenció.

El líder del PSdeG, Gonzalo Caballero, consideró ayer "desproporcionada" la subida y acusó al PP de buscar culpables ante una decisión que "limita el derecho a la movilidad de los gallegos". Entre reproches a los populares por "jugar a la confusión continua" al tratar de culpar a los socialistas después de "años" gobernando en Galicia y en el Estado, incidió en que "la derecha" tiene la responsabilidad de la subida. "Están intentando desvirtuar la realidad", afeó Caballero tanto a la Xunta como al Gobierno central, al tiempo que puso el foco en la importancia "vital" que tiene el transporte en "una comunidad como Galicia".

Por su parte, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, admitió ayer que la mitad de la subida se debe a decisiones de Ejecutivos de PP y PSOE. Del 0,9% durante tres años para financiar las bonificaciones Vigo-Pontevedra, en el primer caso, y del 1% durante 20 años para las ampliaciones, en el segundo. La decisión "importante", añadió en un acto en A Coruña, es la última.