Al menos una decena de conductores gallegos arrastran en su historial más de diez delitos al volante y, pese a estos antecedentes, no han ingresado en prisión. Y varios cientos acumulan al menos tres infracciones penales y tampoco han cumplido condena entre rejas. Para tratar de frenar la multirreincidencia en las carreteras gallegas, la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil y la Fiscalía de Seguridad Vial han diseñado un plan de acción que incluye el refuerzo de la vigilancia sobre los conductores y peatones de riesgo y la petición de penas que garanticen la reinserción de los delincuentes viarios, desde la retirada del carné hasta el decomiso del vehículo.

Y no solo la retirada del automóvil propiedad del infractor sino también del titular que se lo presta si la investigación que ponga en marcha la Guardia Civil y el Ministerio fiscal determina que tenía conocimiento de los antecedentes del delincuente viario y consentía el riesgo previsible.

"Se trata de acabar con la sensación de impunidad con la que actúan los multirreincidentes, que a pesar de las reiteradas ocasiones en las que han sido interceptados siguen conduciendo y no ha habido una condena que haya permitido corregir su conducta, bien por consumo de alcohol y drogas, conducción temeraria o velocidades excesivas", apunta el jefe de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil en Galicia, el teniente coronel Francisco Javier Molano.

El refuerzo con más agentes del Grupo de Investigación y Análisis de Tráfico (GIAT), que vigilarán de paisano los desplazamientos diarios de los conductores y también de los peatones de riesgo, fue acordado ayer en la reunión convocada en Santiago por el fiscal delegado de Seguridad Vial, Carlos Gil, con los fiscales provinciales y responsables de la Guardia Civil. En el encuentro analizaron las dificultades en materia viaria con las que se encuentran día a día en carretera y en los juzgados y definieron las medidas que tomarán con carácter inmediato para tratar de subsanarlas.Primeros seguimientos

Ya en el año 2008 se realizaron los primeros seguimientos a conductores que circulaban sin carné. Entonces eran apenas un centenar los infractores sometidos a vigilancia. Con el paso de los años, el plan de control se extendió al resto de provincias gallegas y no se limitaba a automovilistas sin licencia sino que también incluyó a aquellos con varias infracciones por alcohol y/o drogas. En total, llegó a haber hasta 5.000 los conductores de riesgo en Galicia en el punto de mira de la Guardia Civil. Pero a partir de ahora, la Agrupación quiere implicar a los agentes del GIAT para estrechar el cerco sobre aquellos conductores y también peatones que se han visto implicados en al menos tres delitos viarios y que, pese a su reincidencia, no han cumplido condena en un centro penitenciario. "Hay infractores que acumulan en su historial más de diez delitos viarios y que, por una u otra razón no han ingresado en prisión", detalla el teniente coronel Molano.

Desde un segundo plano y de manera "discreta", se reforzará el seguimiento para comprobar el cumplimiento de la pena impuesta y evitar que se cometa un nuevo delito al volante o que su conducción ponga en peligro su propia seguridad y la del resto de usuarios de las vías. La vigilancia se hará con coches camuflados y se centrará en los desplazamientos diarios de los identificados como "usuarios de riesgo", desde que salen de casa o del trabajo, e incluso cuando van a zonas de ocio nocturno.

Los agentes del GIAT controlarán a dónde se desplazan, cómo y cuándo y estarán en contacto permanente con las patrullas más próximas por si hubiera que interceptarlo para apartarlo de las incidencias de la seguridad vial.

En una reciente entrevista con este periódico, el fiscal de Seguridad Vial en Galicia advertía de que las condenas que recoge el Código Penal para los delincuentes viarios "no son tan blandas como se dice", pero -lamentaba- "tienen unos mínimos bastante livianos, y son los que normalmente se imponen".