El historial del algunos infractores en carretera incluye solo denuncias por conducir bajo la influencia del alcohol. Con motivo de las cenas y celebraciones navideñas de estas fechas, la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil en Galicia puso en marcha la semana pasada una campaña especial de control de consumo de alcohol y drogas. Solo el fin de semana interceptó a 174 conductores ebrios y a casi medio centenar bajo los efectos de alguna sustancia estupefaciente.
En la lista de denuncias figura un infractor interceptado en dos ocasiones en una misma noche en Melide. En el primer control dio positivo y fue sancionado por superar la tasa en aire espirado, pero quebrantó la orden de inmovilización del vehículo y fue detectado poco después en otro dispositivo. ¿El resultado? De nuevo, positivo y la correspondiente denuncia y la inmovilización del vehículo hasta que el límite de alcohol se ajustó a lo establecido por ley. "Parece que me estáis siguiendo, intento escapar de vosotros y estáis en todas partes", manifestó a los agentes.
En solo dos días, las patrullas de la Guardia Civil realizaron 8.870 pruebas de alcohol en la red viaria gallega, con un total de 174 positivos, 22 de ellos con un tasa tipificada como delito y que sentará en el banquillo a los infractores, que se enfrentarán a la retirada del carné, el decomiso del vehículos e incluso la pena de cárcel sin son multirreincidentes.
Con este balance, la tasa de positivos en la comunidad se sitúa en 1,96. La provincia de Pontevedra se coloca ala cabeza de positivos en relación a los conductores sometidos a una prueba de alcohol: 3,45, casi el doble que la media autonómica. Le sigue en el ranking la provincia de A Coruña, con una tasa de. 2,28. Con unos índices inferiores, cierran la tabla autonómica Ourense (1,92) y Lugo (0,87).
Alcohol y drogas son un auténtico cóctel molotov al volante. Uno de cada tres conductores implicados el año pasado en un accidente de tráfico mortal había tomado una copa de más o había consumido alguna sustancia estupefaciente.
