El turismo gallego aspira a cerrar un año de récord con más de cinco millones de viajeros y los datos de noviembre publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE) se suman a la tendencia de crecimiento que el sector acumula cada mes. En noviembre unos 242.104 turistas visitaron Galicia, un 12% más que en el mismo periodo del año pasado y récord histórico. Estos visitantes realizaron 475.827 pernoctaciones -también un 12% más que en 2016- y llenaron casi la tercera parte de las plazas hoteleras, en concreto un 29,71%.

Se trata de la ocupación más elevada para este mes en toda la década, ya que hay que remontarse a 2007 para encontrar un dato más alto con un 30,5%. Los peores resultados se obtuvieron en noviembre de 2011 y 2012 al tocar fondo con poco más del 21% de habitaciones cubiertas. Tampoco fueron buenos los datos del año pasado y de 2015 al no llegar ni al 23%. Pese a esta recuperación, Galicia es la segunda comunidad con la ocupación más baja, solo por encima del 25,2% de Asturias y 20 puntos por debajo de la media nacional, que llenó la mitad de los cuartos.

Por provincias, superan la media gallega A Coruña y Pontevedra con un 30,1% y un 33,2% respectivamente, mientras que en Lugo y Ourense solo recibieron turistas para cubrir la cuarta parte de su oferta de alojamientos. Los viajeros que el mes pasado hicieron una escapada a la comunidad gallega se decantaron en su mayoría por A Coruña, que con 120.350 turistas, acapara la mitad de los alojamientos en Galicia y suponen además un 15% más que los 104.880 contabilizados en el mismo periodo de 2016. Le siguen los 71.172 visitantes que recibió Pontevedra, un 16% por encima de la afluencia de turistas que tuvo la provincia un año antes. Los 28.285 usuarios que se alojaron en los hoteles de Lugo y los 22.297 que lo hicieron en los de Ourense suman apenas la quinta parte de todos los que pernoctaron en Galicia. Al igual que las provincias del Eje Atlántico, las del interior también mejoran sus cifras de viajeros, aunque en menor medida, con una subida de viajeros del 10 % en Ourense y del 5% en Lugo.

Una de las asignaturas pendientes que el sector trató de mejorar aprovechando la mayor afluencia fue la rentabilidad. En noviembre las tarifas se incrementaron 1,60 puntos hasta los 51,44 euros por habitación. Los alojamientos de la comunidad consiguieron los precios más elevados desde el Xacobeo 2010, cuando se cobraba 55,49 euros por plaza. Pero a Galicia aún le cuesta dejar de ser el destino más económico de España para irse de vacaciones porque además de ser la autonomía con las tarifas más bajas está a 30 puntos de los casi 80 euros de la media estatal. En la misma línea, los ingresos por habitación se situaron en 18,12 euros, un 15,1% más que hace un año,. Es la cifra más baja de España -también 30 puntos menos que la media de todas las comunidad- pero la más alta desde 2008, primer año del que hay estadísticas sobre rentabilidad hotelera.

Mientras los turistas nacionales y extranjeros llegan a Galicia, los gallegos viajan menos pero gastan más. En verano hicieron 2,8 millones de viajes -un 1,13% menos que el año pasado- y gastaron cinco euros más que la media nacional, con 50 euros por persona y día.