Ni las agresiones, ni los robos. En el mapa de la delincuencia en Galicia, las infracciones penales al volante son la principal lacra. Los positivos por alcohol y/o drogas, la conducción temeraria, circular sin carné o poner el coche a velocidades estratosféricas son los delitos que sientan a más imputados en el banquillo. Las agendas de jueces y fiscales en Galicia se centran en los delitos contra la seguridad vial. De los más de 15.000 juicios que se celebraron el año pasado en la comunidad, el 40% fueron por conductas negligentes en carretera, un delito contra el que ni la retirada del permiso de conducir, el decomiso del vehículo o la prisión se muestran eficaces para retirar a los temerarios del asfalto.

En su comparecencia en el Parlamento para dar cuenta de la Memoria de 2016, el fiscal superior de Galicia, Fernando Suanzes, confirmó la puesta en marcha junto con la Guardia Civil y la Policía Local de un programa de control de los conductores reincidentes en delitos viarios graves, tal y como ya avanzó la semana pasada este periódico. La Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil se proponer reforzar con agentes de paisano el seguimiento de los conductores de riesgo, aquellos que suman al menos tres infracciones penales al volante y que no han ingresado en prisión. La Fiscalía, que ha promovido la creación de equipos de criminólogos para ajustar la condena al perfil del delincuente viario, apostará por el decomiso del vehículo, incluso a terceros que hayan prestado su vehículo al infractor consintiendo el riesgo previsible, así como por la retirada del carné.

Tras cinco años con una tendencia a la baja en los delitos viarios detectados en las carreteras gallegas, en 2016 se produjo un nuevo repunte de este tipo de ilícito penal (+2,19%). De los más de 7.000 procesos judiciales abiertos por delitos al volante en Galicia, el 61% fueron por conducción bajo la influencia del alcohol o las drogas. La prevención y la educación, según advirtió Suanzes, es fundamental. En esta línea, el fiscal superior detalló que trabajarán el Ministerio fiscal, la Guardia Civil y las policías locales con los conductores reincidentes o que por la gravedad de su conducta "revelan una singular peligrosidad que exige una respuesta". La reducción de la accidentalidad viaria, según advirtió, no solo dependen de las sanciones administrativas o penales, "sino también de la insistencia en la prevención y la educación".

Durante la reunión de carácter anual entre fiscales de Seguridad Vial y mandos de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, acordaron reforzar la vigilancia sobre los conductores de riesgo y apostar por condenas que permitiesen la reinserción de los multirreincidentes. La Guardia Civil tiene identificados a una decena de automovilistas en la comunidad autónoma gallega que, pese a acumular más de diez infracciones penales mientras estaban al volante, no ingresaron en prisión. Y varios cientos, que suman más de tres delitos viarios graves y tampoco han sido condenados al ingreso en la cárcel, al decomiso del vehículo o a la retirada del carné.