Las siete grandes ciudades mantienen congelada buena parte de las tasas y los impuestos municipales en 2018, un año en el que los gallegos deberán afrontar el encarecimiento de distintos bienes y servicios, entre los que destaca el aumento de casi un 4% en los peajes de la AP-9. Esta subida, del 3,81%, no se materializará el 1 de enero, sino que la concesionaria de la autopista del Atlántico, Audasa, tendrá que esperar y limitarse a trasladar con el comienzo del año la actualización del IPC, de un 1,91%, según avanzó el ministro de Fomento esta semana de visita en Galicia.

Otra cosa ocurrirá con los precios locales, según fuentes de las grandes ciudades consultadas por Europa Press. En Santiago, por ejemplo, el gobierno de Compostela Aberta congela impuestos, tasas y precios públicos, "manteniendo también las bonificaciones más elevadas".

En Pontevedra, los ciudadanos tampoco tendrán que hacer frente a ninguna subida, puesto que el gobierno del BNG congela las tasas e impuestos para el próximo ejercicio, después de cuatro años en esta situación. Y avisa de que ni siquiera se incrementará el IPC.

En Lugo, el consistorio, del PSOE, mantiene "la gran mayoría de tasas y tributos municipales congelados", con excepciones en bonificaciones como la de un 95% en el IBI a las construcciones destinadas a actividades económicas agrarias o ganaderas.

En A Coruña, según el gobierno de la Marea Atlántica, las ordenanzas fiscales y de recaudación para 2018 "ahondan en un modelo de ciudad más justo y redistributivo", a través de nuevas medidas de progresividad. Así, los perceptores de prestaciones sociales tendrán "cuota cero" en la tasa de recogida de basura y de depuración, como ya sucede desde 2016 con el recibo de agua.

En Ourense, el pasado jueves se aprobó la modificación de la ordenanza fiscal del IBI, que bajará un 10% el próximo año. El resto de tasas e tributos sigue "igual", según el gobierno, del PP.

Los vecinos de Ferrol no afrontarán modificaciones en 2018, puesto que la ciudad no va a incrementar las ordenanzas fiscales al entender que no procede subir la carga impositiva.

Para 2018, en Vigo, el gobierno del PSOE congela los precios de las escuelas infantiles y de la ayuda en el hogar, al tiempo que mantiene las ayudas a familias numerosas y parados de larga duración. "El resto de tasas municipales se actualizan en un 2,2%, por debajo del IPC", apuntan las fuentes de este gobierno, que agregan que las ordenanzas fiscales de 2018 mantienen a Vigo como la ciudad "con menor presión fiscal" de Galicia.

Donde los gallegos sí deberán afrontar una subida de precios el año que viene será en las autopistas de peaje de la comunidad. Así, cruzar la AP-9 de Tui a Ferrol saldrá 83 céntimos más caro en 2018, hasta un total de 22,98 euros, cuando se complete el incremento previsto por Audasa. La concesionaria prevé aplicar un incremento del 3,81% en los peajes de este vial, pero no podrá hacerlo hasta que así lo autorice un Consejo de Ministros. Fomento justifica el incremento remitiéndose a convenios firmados con anterioridad y que ahora "hay que cumplir". Por su parte, Feijóo admitió que la mitad de la subida del peaje de la AP-9 se debe a decisiones del PP y del PSOE en el Gobierno central.

Una vez se aplique en su totalidad, el peaje en la AP-9 repuntará sumando varios porcentajes: el 1% recogido en el convenio de 2011 para recuperar la inversión de las obras de ampliación de la autopista en Santiago y en Rande; un 0,9% adicional para "compensar" la bonificación establecida en 2013 a los viajeros entre Vigo y Pontevedra, y que se aplicará durante tres años; y un 1,91% más, atribuido al cálculo del IPC. En las autopistas de la Xunta, la AG-55 (A Coruña-Carballo) y la AG-57 (Vigo-Baiona), el incremento será del 1,57%, según la Consellería de Infraestruturas.