A pesar de que los contribuyentes han tenido que afrontar en los últimos años importantes subidas del Impuesto sobre Bienes Inmuebles Urbanos (IBI), esto no ha servido para sacar a los ayuntamientos gallegos del vagón de cola en cuanto a financiación por habitante. Y la razón es que el valor de los inmuebles en Galicia -la principal fuente de ingresos de los ayuntamientos- es un 43% inferior a la media estatal debido al peso tan importante que tiene el rural en la comunidad, donde los bienes tienen una tasación más baja. Y esto tiene un impacto directo sobre las arcas municipales: la recaudación del IBI per cápita en los concellos gallegos es un 35% inferior a la media estatal.

Si en el conjunto nacional cada municipio ingresa al año 278,7 euros por habitante, en Galicia solo se obtienen 182,2 euros, es decir 96,5 euros per cápita menos que en el resto de corporaciones locales españolas. Esto se traduce en una pérdida de 262,3 millones al año si se compara con la recaudación media de los ayuntamientos españoles. Así lo destaca la Federación Galega de Municipios (Fegamp) en su último informe sobre ingresos municipales.

Y eso que desde 2012 los gallegos han sufrido sobre sus bolsillos varios "catastrazos". En 2012 el Gobierno aprobó una subida del Impuesto sobre Bienes Inmuebles para dar oxígeno a la menor recaudación de los ayuntamientos y ayudarles a combatir el déficit. Y en 2013 el Ministerio de Hacienda emprendió un rastreo municipio a municipio para localizar bienes ocultos y obligar a sus propietarios a tributar por ellos. Todas estas medidas tuvieron un impacto importante sobre los recibos del IBI que pagan los gallegos. En cuatro años la recaudación del Impuesto de Bienes Urbanos aumentó un 11% en Galicia, se ingresaron casi 48 millones de euros más y se alcanzó la cifra total de 483 millones.

Y, a pesar de ello, los ayuntamientos gallegos no han nivelado sus ingresos por IBI con los del resto de España y difícilmente lo harán en un futuro puesto que parten en situación de desventaja. El valor medio de un inmueble en España es de 59.626 euros. En Galicia se reduce a 33.424, lo que supone un 43% menos.

Este hecho lastra la recaudación de los dos impuestos más importantes para las corporaciones locales: el IBI, que aporta el 61% de la recaudación municipal, y también el tributo de plusvalía, que precisamente está ahora en revisión tras la sentencia del Tribunal Constitucional que declaró que no se podía cobrar sobre las compraventas a pérdidas. Al varapalo que este fallo judicial supondrá para las arcas municipales se suma que ya partían de una situación de inferioridad respecto a la media nacional. En España los ingresos por habitante del impuesto de plusvalía son 57,4 euros. En Galicia se limitan a solo 15,2 euros per cápita, un 73%.

La baja recaudación en estos dos impuestos es clave para explicar el raquitismo financiero de los concellos gallegos, que los sitúa como los peor financiados del Estado. Aunque también influye, según la Fegamp, la existencia de unos criterios de reparto de fondos por la Administración central que perjudica a las corporaciones locales de Galicia. Los concellos gallegos reciben al año 600 millones por su participación en los ingresos del Estado, es decir, 220,4 euros por habitante, cuando la media estatal se sitúa en los 273,4 euros. La Fegamp calcula que los municipios de la comunidad dejan de ingresar 144 millones anuales por lo que consideran unos criterios de reparto "injustos".

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