El plan forestal de Galicia prevé que cada año los montes gallegos incrementen en seis millones de toneladas la cantidad de carbono absorbido, una capacidad de los bosques que la Xunta erige en "fundamental" para "la mitigación del cambio climático y en el desarrollo de energías renovables". Según datos del cuarto inventario forestal nacional del Ministerio de Agricultura, los montes gallegos fijaron más de 93 millones de toneladas de carbono este año.

La Xunta explica que los "importantes cambios" en las temperaturas, las precipitaciones y los fenómenos climáticos extremos -cuestiones "íntimamente ligadas al cambio climático"-, afectan a la extensión y a la composición de los bosques.

En este sentido, los montes "constituyen una reserva indiscutible de carbono" que es "necesario conservar para mitigar los efectos del cambio climático", subraya el Gobierno gallego, que ve "crucial" la gestión de los bosques para mejorar su adaptación a este fenómeno.

Estas consideraciones se plasman, según el Ejecutivo autonómico, en el documento del plan forestal, que se encuentra en la fase final de elaboración y que recoge lo establecido por las comunidades internacionales sobre cambio climático.

En este contexto, la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático determina que los países "deben impulsar la gestión sostenible de los bosques y promover la conservación y el refuerzo de los sumideros" que suponen la biomasa y los bosques. Además, el plan forestal recuerda que los productos de madera son un "importante almacén de carbono", cuyo uso permite ahorrar emisiones de dióxido de carbono. "El carbono fijado por los árboles se mantiene almacenado en los productos madereros durante toda su vida útil, pudiendo ser reempleados y reciclados", resalta la Xunta.

El Gobierno gallego valora así la madera como el "único material capaz de reducir las emisiones de carbono a la atmósfera y actuar como sumidero", lo que la convierte en un producto "de comportamiento ambiental superior a otros materiales".